Los riesgos de blanquear la vulva
Sexualidad

Los riesgos de blanquear la vulva

Un estándar de belleza que puede pagarse alto

Blanquear es sinónimo de belleza. El mercado está lleno de jabones que supuestamente aclaran el cuerpo, las axilas oscurecidas por el uso de rastrillos o el doblez de la piel son llevadas inmediatamente a ser blanqueadas, hay cremas que supuestamente pueden dejar el rostro tan blanco y terso como los estándares de belleza coreanos. Algunas veces resulta más caro el remedio que la enfermedad; por ejemplo, si se blanquea la cara con x producto y no se usa protector solar, muy probablemente aparte de la pigmentación adquirida se obtengan quemaduras.

Las mujeres están preocupadas por su belleza; socialmente hablando se les impone que su piel debe lucir de cierta manera y la zona íntima tampoco se salva. Actualmente existen tratamientos en crema o más agresivos, como el láser, que prometen aclarar la zona de la vulva y el ano; evidentemente más que contrarrestar la pigmentación de la piel, sólo la maltratan e irritan.

VULVAS OSCURAS

Desgraciadamente la pornografía vende la idea de que la vulva de una mujer debe ser rosita, tersa y sin vello (como la de una niña); sin embargo, resulta que la hiperpigmentación genital es muy común. Se debe a muchísimos factores que van desde el uso de telas ajustadas hasta aspectos hormonales como en el embarazo. Nuevamente se puede ver cómo la sociedad demanda que los cuerpos femeninos no maduren. Con el acceso tan fácil a la pornografía no resulta sorprendente que cada vez adolescentes más pequeñas se sientan inconformes con sus genitales.

Muchas de las mujeres que acuden a estos tratamientos mencionan que lo hacen por sus parejas. Curiosamente la zona de los testículos también tiende a oscurecerse e incluso adoptar tonos morados y rojizos, pero es que se está hablando de una nueva imposición social nacida en el porno de colegialas que llegan a su casa mientras su padrastro se esconde en su cuarto. No se puede esperar que esta tendencia afecte a ambos sexos, cuando sólo la mujer es cosificada y vista como fuente de placer.

Hasta hace algunos años, todos los procedimientos para “mejorar la estética” de la zona íntima, eran asociados únicamente a actrices y actores pornográficos.

Las opciones para blanquear la piel van desde cremas hasta trratamientos con láser. Foto: aliexpress.com

Es imposible que las vulvas no se vuelvan oscuras si cada vez las depilaciones son más comunes, si los trajes de baño son más ajustados y dejan la piel al descubierto. Además, no se debe olvidar que es un proceso por el que todos los cuerpos pasan cuando se está envejeciendo. Según los dermatólogos, es realmente difícil mantener esa zona del color del resto de la piel.

MI VAGINA, MI COMPLEJO

Cada una es libre de hacer con su cuerpo lo que se le dé la gana, sin embargo, no está de más cuestionarse de dónde viene esa necesidad de modificarlo ¿Lo hago porque no me gusta x parte de mí o porque me han dicho que no debe gustarme?

Las mujeres por años se han acomplejado de su estómago, sus estrías, su celulitis, pero se ha llegado a un punto donde incluso algo tan íntimo como el grosor de los labios vaginales es motivo para avergonzarse.

Y es que el aclaramiento vaginal no es el único de los procedimientos a los que las mujeres se someten para lucir una vulva más “estética”; la labioplastia, clitoroplastia, vontouring, que van desde la reducción del tamaño de los labios vaginales hasta la del mismo clítoris, son ejemplos de esto.

Todos estos tratamientos se siguen para llegar a un mismo resultado, pero la verdad es que no hay dos vaginas iguales y por eso mismo se debería abrazar la diversidad. Ciertamente este tipo de procesos, al igual que muchos estéticos, hacen que la expectativa se confunda con la realidad.

La sexóloga Sonia Encinas menciona, para un artículo de El País, que a las mujeres se les ha enseñado a no estar conformes con su propio cuerpo, a siempre querer más, a adaptarse a los nuevos estándares de belleza de la época, que esta vez se aplican a las vaginas. A esto hay que sumarle el tabú acerca de la sexualidad femenina que impide que temas como la diversidad del aspecto de las mismas se traten abiertamente.

Cada vulva es única. Su modificación estética es completamente innecesaria y podría traer consecuencias que afecten a la salud. Foto: Unsplash/ Deon Black

MEJOR QUE NO FUNCIONE

Existen tratamientos para blanquear la vulva por medio de láser, y también se pueden encontrar cremas de venta libre en Internet; pero, al igual que con cualquier otro producto que se aplique en la piel, debería tomarse en cuenta cuál es la razón del oscurecimiento y qué ingredientes activos son los que necesita cada caso. En su mayoría, estos productos hidratan la piel de la vulva, pero no la blanquean.

El que no funcionen es la menor de las preocupaciones ya que, al estar tan cerca de las mucosas de la vagina, los productos inadecuados pueden causar dermatitis. Está de más decir que cualquier remedio para blanquear x parte del cuerpo, sobre todo la vagina, es altamente peligroso.

Además, es de suma importancia tomar en cuenta que cualquier procedimiento de este tipo produce heridas en la piel, por lo cual se tiene más riesgo de contraer una infección. Y ni hablar de las cicatrices, estenosis y quemaduras químicas.

Cada vez son más mujeres quienes se suman a romper con el tabú de la sexualidad femenina; se hacen ilustraciones y pinturas de cómo lucen las vulvas, se habla acerca de los peligros que conllevan los nuevos métodos estéticos e incluso de lo innecesarios que pueden llegar a ser.

Al final del día, la decisión está en cada mujer, pero quizás con la información adecuada y leyendo el trasfondo de muchos tratamientos estéticos la opinión propia pueda cambiar. Las mujeres necesitan saber que no existen dos vaginas iguales, que la forma, el tamaño y el color de los labios y la vulva es tremendamente diverso y no hay por qué acomplejarse por ello. Además, condenar el cuerpo solamente por envejecer es una imposición social que debe ser abolida cuanto antes.

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