Adentrarse en la música a través de los avances tecnológicos, con claro enfoque artístico en su programa, ha sido uno de los logros que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha logrado gracias a la licenciatura en Música y Tecnología Artística, que actualmente se imparte en la capital de Michoacán, gracias al Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS) y la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) en la UNAM Campus Morelia.
Se trata de una oferta académica única en el país, la cual fue propuesta desde un inicio por el compositor mexicano Rodrigo Sigal, quien también es la mente creadora detrás de proyectos como el CMMAS o el Festival Internacional de Música y Nuevas Tecnologías Visiones Sonoras.
“Trabajamos con diferentes instituciones, pero nunca hubo la oportunidad de comenzar desde cero lo que yo consideraba una licenciatura más actualizada, para dar oportunidades profesionales a chicos y chicas que están interesados en la música, en el sonido y en la tecnología (lo que hacemos en el CMMAS). Eso fue el origen”, comenta en entrevista.
El proyecto encontró eco en el doctor Alberto Ken Oyama Nakagawa, director fundador de la ENES en Morelia. Se comenzó a trabajar en 2013, en conjunto con la Facultad de Música de la UNAM para diseñar la nueva licenciatura: plantear objetivos, definir perfiles, entre otros requisitos.
“Después un grupo de maestros del Conservatorio de las Rosas, que ahora están con nosotros en la licenciatura como el doctor Juan Sebastián Lach, el maestro Luis Pastor, el doctor Pablo Silva, el licenciado Francisco Colasanto, todos empezamos en un grupo de trabajo para ver los contenidos de toda la licenciatura”.
El proyecto fue pasado a revisión con el Consejo Universitario de la UNAM y aprobado. Se trató de cuatro años de trabajo trascurridos entre 2013 y 2017: construir materia por materia, consultar bibliografía y efectuar los procesos de revisión de la universidad.
“La idea es que fuera aquí (en Morelia), porque la mitad de las clases son en el CMMAS. Tenemos unos salones también en la ENES que son fantásticos, con estudio, con multicanal. Tenemos salones en las dos sedes y los alumnos unos días van a un lugar y otro día van a otro con sus proyectos, pero usan los estudios del CMMAS”
Modelo único
La licenciatura en Música y Tecnología Artística de la UNAM es única en México. Su visión se ha nutrido con ejemplos en el extranjero, pues en lugares como Estados Unidos, Japón y algunos países de Europa, se hace enfoque en que el músico curse una educación más integral. Es decir, en vez de dividir al instrumentista del musicólogo o del compositor, se enfatiza en que el estudiante se desenvuelva en todas las áreas anteriores, algo que es conocido como composer performance.
“Nosotros tratamos de integrar lo mismo en tres ejes principales: la creación, la interpretación y la investigación. Los ocho semestres tienen muchas horas semanales de esas materias: proyecto artístico integral (que es investigación), composición y los ensambles (que son interpretación), algunos con tecnología, ensamble con laptops y todo eso. Esos tres ejes se llevan el 70 por ciento de los contenidos y después tenemos el idioma (inglés). Luego vemos todas las demás materias que tienen que ver con solfeo, con entrenamiento auditivo, con producción musical, con haking de hardware, dispositivos físicos y todo lo demás que son materias más individuales”.
Rodrigo Sigal recalca que, en efecto, en México no existe otra institución universitaria con un programa similar, donde la tecnología funge como la conexión entre los ejes citados. Gracias a esto, los egresados, pues ademar de ser compositores, tienen la oportunidad de laborar en áreas de producción musical, sonido para cine o videojuegos, programación de internet, e incluso la investigación para un posgrado.
“Tiene muchas aristas y en otras licenciaturas se tiene que elegir su vocación desde el principio, esa es la diferencia”.
La licenciatura marca así un punto medio entre la producción de audio y los estudios de un conservatorio. Al ser de la UNAM, la institución mexicana de nivel superior más importante, su programa también maneja estándares internacionales y es completamente gratuita.
“Justamente es un nicho intermedio que permite a los estudiantes estar más actualizados. Trabajar con tecnología, con internet, con inteligencia artificial, con sintetizadores analógicos, producir música electrónica, cosas para videojuegos y además, por su puesto, música contemporánea, electroacústica, mixta, todo lo que de alguna manera está más centrado en el CMMAS, pero la licenciatura no es sólo eso”.
Constante actualización
Gracias al CMMAS (que a su vez depende de la Secretaría de Cultura de Michoacán y del Centro Nacional de las Artes), la licenciatura tiene acceso a convenios con instituciones académicas como la Arton Bruckner University (Austria), el Centro de Estudios Musicales Latinoamericano (Chile), la City University (Reino Unido), la Concordia University (Canadá), el Conservatorium of Music University of Sidney (Australia), la University of North Texas (Estados Unidos), la Universidad Nacional de Quilmes (Argentina), la Universidad Austral (Chile), la Facultad de Música de la UNAM (México), entre otras.
“Todas estas son universidades que ya consideran la licenciatura como parte de la UNAM con el CMMAS. Entonces, tenemos profesores que están haciendo cosas a distancia. La gran ventaja con la pandemia, es que ahora hemos tenido unos invitados, para los seminarios, que nunca hubiéramos podido tener. Eso lo vamos a mantener”.
Además, también tiene estrecha relación con la empresa Ableton, que provee de hardware y software a los estudiantes. Esto permite que los alumnos se mantengan actualizado ante los cambios tecnológicos que exige el mundo.
“Nosotros hicimos una serie de programas, que después de un tiempo nos aprobaron. Son contenidos, de alguna manera, abierto. Es decir, los contenidos teóricos son los mismos, pero las herramientas no están definidas y, de esa manera, uno se puede actualizar cada semestre. Hemos ido incorporando nuevas aplicaciones, nuevos cursos de programación”.
Por último, el compositor añadió que la pandemia fue un duro golpe para todos, que incluso los alumnos que ahora cursan cuarto semestre no conocen la vida universitaria en modo presencial. No obstante, por sus características ha logrado adaptarse ante la situación global.
“Es una de las licenciaturas que mejor se adaptó a la pandemia, porque en tanto al CMMAS como a los profesores de tecnología no nos agarró descuidados ante la posibilidad de generar material, video, cosas interactivas, ensambles en línea, todo eso lo hacíamos antes”.
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