Podemos ver al cuidado de la salud como un sistema sostenido sobre cinco pilares fundamentales.
Cuatro de ellos son de sobra conocidos: la promoción de la buena salud, la prevención de enfermedades, el tratamiento de los males y los cuidados paliativos.
El restante, la rehabilitación, es menos comentado.
Sin embargo, su aporte al bienestar social es mayúsculo.
Ayuda tanto a niños como adultos afectados por alguna afección, dolencia o discapacidad a conducirse día a día con la mayor independencia posible.
También les permite estar en condiciones de involucrarse en actividades educativas, laborales, recreativas.
A nivel mundial, el dato es de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay unos 2 mil 400 millones de personas que han sufrido padecimientos que exigen pasar por rehabilitación.
Según proyecciones del organismo internacional, la necesidad de este pilar de la salud aumentará debido a los cambios que traerán las próximas décadas en las características de la población.
Hablamos de cuestiones como el aumento de la esperanza de vida, una sociedad cada vez más avejentada y un incremento de los males crónicos y las discapacidades.
El presente ya plantea serios desafíos en este rubro a los sistemas de salud.
Se estima que en naciones de ingresos bajos y medianos, una de cada dos personas no recibe los servicios que precisa para rehabilitarse.
Además, con la pandemia de la Covid-19, las opciones de acceder a ese tipo de asistencia no han hecho otra cosa que empeorar.
REHABILITACIÓN
Es el conjunto de intervenciones dirigidas a optimizar la condición de las personas que han sufrido algún padecimiento, o bien reducir los alcances de una discapacidad, cuando interactúan con su entorno.
Dicho de otro modo, ayuda a los individuos a no depender de otros para hacer y deshacer.
¿En qué consiste? En tratar los síntomas de la afección, como el dolor, y mejorar el modo en que la persona se desenvuelve en su cotidianidad.
Un componente destacado es brindar apoyo al paciente para que supere las dificultades a las que se enfrenta.
Se trata, por lo general, de complicaciones a la hora de entender y comunicarse, para escuchar u observar, cuando es hora de alimentarse o de trasladarse de un punto a otro.
CONCIENCIA
Que un individuo no necesite rehabilitación hoy, no significa que no vaya a necesitarla mañana.
Lo ideal es que la asistencia requerida esté disponible cuando debamos lidiar con las consecuencias de enfermedades, lesiones o intervenciones quirúrgicas.
También se necesita para retrasar las limitantes de movilidad y los efectos en la salud mental que conlleva la vejez.
La rehabilitación agrupa un sinnúmero de recursos clínicos.
Forman parte de ella ejercicios diseñados para mejorar la comunicación de quien ha sufrido una lesión cerebral.
Introducir en la vivienda de un adulto mayor modificaciones que apuntan a mantenerlo seguro o facilitar que se mueva de un lado a otro, o minimizar el riesgo de caídas, es otra de sus expresiones.
Cuando una persona sufre cardiopatía, la rehabilitación incluye trabajar modos de activarla y de fomentar un estilo de vida saludable.
Este pilar de la salud también incluye la fabricación y el ajuste de una prótesis, así como el adiestramiento para que pueda utilizarla quien ha sufrino una amputación.
La comunidad médica ha desarrollado técnicas de posicionamiento y colocación de férulas para contribuir a la cicatrización de heridas, reducir inflamaciones y recuperar la movilidad tras una intervención quirúrgica producto de una quemadura.
Los laboratorios ponen de su parte con el desarrollo de medicamentos. En este punto cabe destacar aquellos que reducen la rigidez muscular en los niños que padecen parálisis cerebral.
Cuando se trata de un mal neuronal, como la depresión, la rehabilitación adquiere la forma de apoyo psicológico.
Para casos de pérdida de visión, tarea prioritaria es enseñar al aquejado a utilizar el bastón blanco.
Como puede apreciarse, el concepto de rehabilitación abarca infinidad de aspectos, de tareas, de necesidades.
Se centra mucho en el individuo. Esto significa que las invervenciones y el enfoque elegidos varían en función de los objetivos y las preferencias del paciente.
Muchas de las acciones que abarca la rehabilitación pueden desarrollarse en el hogar; otras, son exclusivas de entornos hospitalarios.
Son muchos los profesionales de la salud involucrados en respaldar a las personas para que logren la mejor condición posible.
Algunos de ellos son: ergoterapeutas, fisiatras, logopedas, ortesistas, protesistas, psicólogos clínicos, psicoterapeutas y enfermeras especializadas en rehabilitación.
BENEFICIOS
Está comprobado que puede reducir de forma significativa los efectos de infinidad de problemas de salud.
Desde enfermedades tanto agudas como crónicas, pasando por diversas afecciones, y hasta lesiones o traumatismos.
También complementa interveniones clínicas como la cirugía.
Su propósito en cualquier caso es conseguir el mejor resultado posible.
Es bastante común recurrir a ella cuando se lidia con lesiones de la médula, accidentes cerebrovasculares o fracturas.
Resulta muy útil cuando se busca atenuar los efectos discapacitantes que producen enfermedades como la diabetes o el cáncer.
Otro aspecto valioso de este pilar es que los pacientes adquieren estrategias de autocuidado y conocimientos técnicos que les ayudan a lidiar con el dolor o complicaciones.
La rehabilitación posee potencial para ahorrar mucho dinero a pacientes y familias.
Ayuda, por ejemplo, a evitar hospitalizaciones costosas y reingresos por recaídas.
Cabe mencionar que la rehabilitación no es sólo para quienes sufren trastornos de larga duración o deficiencias físicas.
Toda persona con problemas de salud, alguna deficiencia o una lesión que conlleve una limitante para su vida es candidata a recibir este tipo de servicios.
No se trata de un recurso a probar cuando falla alguna otra intervención clínica.
Debe ser parte de la cobertura universal de salud, y no un lujo exclusivo de quienes pueden costearla.
Hoy día, sin embargo, es otro frente del sistema sanitario mexicano que requiere arduo trabajo para abatir el rezago existente.
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