Una de las principales características que llama la atención de The House, es sin duda alguna que se trata de una animación que utilizó la técnica stop motion. Bajo la producción ejecutiva de Netflix, se presenta un filme lleno de bellas animaciones pero a la vez, surrealista y fantástica; características que hace mucho tiempo no veíamos en el cine.
The House, es una película segmentada en tres historias diferentes conectadas por el mismo objeto: una casa. La empresa detrás de la gestión de esta cinta es la londinense Nexus Studios, empresa que tal vez no era tan conocida hasta hoy. Nexus Studios es una productora famosa por crear campañas de marketing para Coca-Cola, Google, Honda y los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018. Al leer la descripción de esta película notaremos algunos nombres familiares, que participaron en él: Helena Bonham Carter (actriz que caracteriza a Bellatrix Lestrange en la saga de Harry Potter) y Jarvis Cocker (líder del grupo de pop, Pulp). Podríamos imaginar una antología, divertida o tal vez un poco dramática, pero ciertamente nos toparemos con algo que no se espera: terror real y existencial.
Es una obra con bastantes tonos oscuros, pero a su vez es una fábula con tintes de imaginación y fantasía. Sin embargo, está llena de poca alegría, pocos buenos sentimientos y por lo tanto no tiene un buen sentido del humor.
Capítulo 1: And heard within, a lie is spun
Esta historia muestra a un matrimonio con dos hijas, Mabel e Isobel, familia que no sólo enfrenta la pobreza, sino también las críticas de su propia familia por no tener una casa “decente” y no estar a la altura de ellos. Raymond el padre de esta familia, enfrenta diferentes colapsos ansiosos que lo orillan a aceptar irse a vivir a una enorme casa construida por un arquitecto millonario, quien se ofrece a darles lo que buscan a cambio de su antiguo hogar.
¿Una casa nueva? ¿A cambio de qué? ¡A cambio de nada! Ni siquiera dinero de por medio. Lo único que deben hacer es mudarse a la casa y permanecer en ella con las indicaciones que se les darán. Llegando a su nuevo hogar, se percatan que la casa cuenta con todas las comodidades de las que antes carecían. Cuenta con una gran chimenea para Raymond, que es amante del calor de las chimeneas, y con una hermosa y moderna máquina de coser para Penny, la madre, quien ama coser; además de unas telas tan finas con las que se le antoja fabricar unas cortinas bellísimas. Dentro de la trama de esta historia, cosas muy extrañas ocurren, pero la única que se mantiene renuente, sin entender el estado de sus papás, es Mabel, la hija de poco menos de diez años .
Mabel, al explorar su nuevo hogar, encuentra escenarios que no cuadran con la realidad. La idea se vuelve terrorífica, pues Mabel y su pequeña hermana Isobel se encuentran en un laberinto del que sus padres no pueden escapar.
Capítulo 2: The lost is truth that can’t be won
Esta historia, así como la tercera, podrían forman parte de una antología que recuerda a Wes Anderson, muy al estilo de Fantastic Mr. Fox. Sin embargo, no es recomendable ilusionarse puesto que lo que estamos a punto de ver no tiene nada que ver con este cándido autor. La casa presenta situaciones desesperantes que no se pueden evitar y ciertamente episodios horripilantes que desorientan al espectador adulto, con el solo hecho de imaginar que pudieran ser reales. Además, las situaciones se tornan algo frustrantes, porque cada acción que toman sus personajes, en vez de mejorar, empeoran su situación.
The lost is truth that can’t be won trata de un constructor (una rata) con la voz de Jarvis Cocker (líder de la banda de pop Pulp) cuyo único objetivo durante toda la historia es terminar de remodelar una casa para poder venderla en un evento de bienes raíces y así, pagar todas las deudas del banco que ha adquirido por culpa de esta casa. La historia comienza con el despido de los trabajadores de la remodelación para ahorrar algunos gastos.
Cuando el constructor cree que por fin ha terminado todos los trabajos, se encuentra con una gran plaga de insectos, que debe terminar antes que empiece el evento. Durante el evento, no encuentra clientes potenciales ni buenos canapés, pero si a una pareja de alimañas que muestran un gran interés por la casa. Esta situación se complica conforme transcurre la historia y lo único que logra es estresar y sacar de sus casillas a nuestro protagonista hasta el perturbador final.
Capítulo 3 Listen again and seek the sun
Esta historia está ambientada en un mundo de gatos, gatos que tristemente se han enfrentado a una terrible inundación, lo cual es interesante, ya que uno de los clichés más recurrentes acerca de los gatos, es que le temen al agua. Conocemos a Rosa, dueña de una casa enorme cuyo objetivo, al igual que la historia anterior, es remodelar pero para poder rentar los cuartos que tiene y así obtener un ingreso extra. Situación que parece imposible, ya que debido a las fuertes lluvias, todos abandonaron esa ciudad. Por ello, Rosa solamente cuenta con dos inquilinos vigentes, los cuales le pagan la renta con pescado y cuarzos energéticos. Resulta evidente que con estos inquilinos no hay dinero de por medio, por lo tanto no hay remodelación y esta situación la orilla a permanecer aparentemente el resto de su vida en ese lugar.
Las cosas mejoran un poco cuando llega a la casa Cosmos, un gato que le sobra la buena vibra y ayuda poco a poco a los inquilinos a dejar ese hogar, aunque sus acciones parecen indicar lo contrario. Cuando Rosa se entera que sus inquilinos dejaran la casa, comienza a vivir un periodo de estrés y desesperación por muchas razones, pero principalmente agobiada por la idea de quedarse sola.
Terror y “stop motion”
Al ver el avance uno puede apreciar la técnica de animación que veremos durante toda la película. Si bien, no es una combinación recurrente en el cine americano, recuerda a películas orientadas más bien al público infantil como El extraño mundo de Jack o Coraline y la puerta secreta. Quizá sea la nostalgia la que me obliga a situar The house en mi top 10 actual del conocido servicio de streaming. Su sinopsis y su peculiar estilo capturan nuestra atención: una antología de historias de seres humanos de rostros peculiares, ratas y gatos que cobran vida y con problemas existenciales que se relacionan con la vida adulta.
¿Por qué debería ver The House?
Todos los personajes de esta película son espectaculares. Cada detalle de su construcción es excepcional, desde el pelo que cubre su cuerpo, hasta las miradas expresivas; desde la manufactura de la ropa hasta la manera en la que se integra y complementa con la textura de los paisajes. Estos personajes, tan simples en apariencia, pueden transmitir sentimientos tan profundos como la melancolía. Quizá The House no se trate de una historia de terror convencional, de esas que provocan sustos y que te hacen brincar del sofá. El horror viene más bien del agobio, del tedio y de la impotencia. También ¿será que la casa tiene vida propia? No queda claro, pero es más que obvio que tiene poder sobre quien entra a ella. Los obliga a quedarse ahí, los obliga a obsesionarse con cosas que tal vez no tienen solución. Una analogía quizá acerca de las cosas materiales y que a veces nos trascienden en el tiempo. Cada capítulo comprende diferentes épocas: el pasado, presente y futuro, por lo tanto, la voz de los protagonistas, los colores y los detalles de la casa y el estilo cambian, lo único que permanece igual es la casa. Así mismo, los problemas que la misma provoca. ¿Qué tiene esta casa en particular, que logra que a todas las historias se unan a través de la obsesión, la desesperación, la soledad y la miseria? ¿O será acaso una metáfora? Sin duda una película que te dejará pensando, en tu vida actual.
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