Periodismo 2.0
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Periodismo 2.0

Cuando la ciudadanía informa

Los periodistas somos, sobre todo, contadores de historias”

Gabriel García Marquéz

Desde los inicios del periodismo, cuando se gritaban las noticias por las calles o con las hojas sueltas, los periodistas han actuado como testigos de primera fila ante cualquier acontecimiento. Su tarea es acercar esta información desde su perspectiva, porque, aunque el ideal sería ser neutro, la realidad es que nadie lo es.

Antes del Internet, el periodismo se caracterizaba, al igual que muchos ámbitos de la comunicación, por tener emisores (los periodistas) y receptores (el público que los lee); difícilmente existía la retroalimentación en este canal unidireccional.

Cuando el Internet se volvió parte fundamental de la vida de las personas, los periodistas y medios de comunicación se vieron obligados a adaptarse a las nuevas tecnologías: tuvieron que expandir sus contenidos a la web. Podría decirse que el periodismo tiene que adaptarse sin perder su esencia. Algunas personas anunciaron esto como el fin del periodismo tradicional.

Ahora, en redes sociales las noticias exigen ser actualizadas con inmediatez y cada vez son menos personas las que esperan a los medios tradicionales para mantenerse informado, no hay tiempo de preparar el noticiario porque alguien con un celular ya lo está cubriendo en tiempo real.

Periodismo ciudadano (2.0)

Quizás el punto más notorio del cambio que generó el Internet en el periodismo es el hecho de que ahora el papel se cambió por portales web. Y fue esto lo que dio pie a que los lectores se volvieran participes en la noticia; ya no sólo se leen las notas, también se opina, corrige, debate, etcétera. Además de que la democratización del periodismo logró que las barreras de posición económica, sexo, país o religión, en su mayoría, se esfumaran.

Ahora, el boom llegó con las redes sociales porque en ese momento los usuarios ya no sólo podían interactuar directamente con la noticia y el periodista, sino también crear los contenidos ellos mismos. Cualquier persona con una cámara, una computadora portátil o un teléfono celular estaba listo transmitir las noticias por su cuenta. Aquí se puede decir que nació el periodismo ciudadano o periodismo 2.0, concepto que propone que cualquier persona puede volverse creador de contenido y hacérselo llegar a un público de forma inmediata. El punto aquí es que hay que aclarar que la inmediatez de ninguna forma es sinónimo de calidad.

Aun así, el periodismo ciudadano representó, por ejemplo, una pequeña forma de frenar los monopolios de la información; y es que ya no se depende únicamente del tratamiento que los grandes medios den a una noticia, ahora los lectores tienen la posibilidad de comparar los hechos con la narración de otros medios y además forjarse una opinión propia para poder compartirla a través de redes sociales. De igual forma la agenda de opinión pública, que muchas veces obedecía a los interés del medio, ahora depende de los usuarios dentro de las redes sociales.

Aspectos negativos

Así como el periodismo ciudadano tiene sus ventajas, antes mencionadas, los aspectos negativos también están presentes; por ejemplo, las noticias falsas. A razón de esto los periodistas y portales de noticias tienen que hacer un esfuerzo para saber cuál información es verdadera y cual no; asimismo los lectores también asumen la responsabilidad de informarse en páginas con contenido fidedigno.

A grandes rasgos, el hecho de que cualquier persona pueda generar su propio “medio de comunicación” tiene como parte negativa la pérdida del rigor, transparencia, objetividad y respeto a la verdad.

Otro aspecto negativo del periodismo ciudadano es que al no haber un control respecto a lo que se pública, no sé sabe si lo que se está consumiendo es información de calidad o, por ejemplo, mera publicidad. De aquí también se puede desglosar el hecho de que cualquier persona que logre obtener una comunidad de seguidores funja como influencer o líder de opinión; es un arma de doble filo.

El futuro de la información

En esta nueva realidad el consumidor de información también es creador de contenido. Además, las nuevas tecnologías permiten que el periodista las explote para sacarles provecho. Y si bien, siguen teniendo pros y contra como por ejemplo la reducción de personal; la capacidad que brindan para explorar otros campos (redes sociales, blogs, edición de video y audio, etcétera) vuelve al ejercicio periodístico más rico.

El Internet y las redes sociales ya son parte de la vida diaria y marcan una etapa dentro del periodismo. La revista Horizontal menciona que “podríamos pensar en el periodismo digital como una ‘profesión’ del futuro, que en comparación al periodismo tradicional otorgará mayores libertades a quienes la ejerzan; una profesión que dé buen uso a las nuevas tecnologías para favorecer el ejercicio comunicacional y cumplir la labor de informar, comunicar con responsabilidad y sustento, en pleno compromiso con lo que ello implica”.

Quizás está de más decir que los consumidores de información necesitan estar atentos a las fuentes de donde proviene la misma, además de buscar el trasfondo de la publicación; porque a pesar de que los grandes medios tienen intereses más pronunciados, no significa que los pequeños no los tengan. Inevitablemente el hecho de que cualquier persona que tenga un teléfono celular puede fungir como comunicador tiene consecuencias negativas, como las noticias falsas o la falta de ética profesional en el trabajo.

Aun así, las redes sociales son parte de y lo serán con más fuerza conforme pasen los años, entonces, se habla de buscar el correcto ejercicio periodístico por medio de las nuevas tecnologías.

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