El Mundial de Fútbol que se organiza en Qatar no debería ser. En su entorno los problemas de corrupción, muerte de migrantes y trabajo forzoso, de violación a los derechos humanos, violencia de género y la sombra de apoyo al terrorismo, así como la ausencia de democracia e intervencionismo internacional, son anomalías evidentes que los hombres de pantalón largo ocultan bajo la celebración de la contienda.
El fútbol es competencia deportiva y espectáculo. En la antigüedad los juegos tenían implicaciones religiosas, se organizaban para resolver disputas y evitar la guerra. En la era moderna el balón rodará con fines políticos, acaso diplomáticos, entendida la diplomacia como una estrategia para “lavar” culpas.
La diplomacia deportiva, analiza Javier Sobrino, profesor de Estrategia Empresarial de la Universidad Pontificia de Comillas en España, busca el prestigio de un Estado a nivel global así como el fortalecimiento de su imagen al interior del país. “Desea incrementar la reputación frente a sus ciudadanos, ofrecer una imagen de progreso y adquirir peso geopolítico ante los retos globales” expresó en su conferencia Deporte y diplomacia. El deporte en las relaciones internacionales, disponible en Internet desde 2020.
Por otra parte los objetivos del rol diplomático del fútbol los sintetiza en tres el periodista y analista internacional Daniel Rodríguez Vázquez, expresados sin gambetas: Organizar un Mundial de Fútbol buscaría “lavar la imagen para ocultar atrocidades o violaciones de derechos humanos”.
No sólo aquello, un torneo deportivo de carácter internacional pretendería también el “prestigio internacional para lanzar un mensaje de poder o llamar la atención de otros actores”. Un Mundial de Fútbol demuestra, cierra el periodista global, “que los recursos económicos y tecnológicos (del país anfitrión) son suficientes para dar una respuesta inmediata a un compromiso”.
Los tres objetivos encajan en Qatar: un mundial que se halla en fuera de lugar.
Falta clarísima dentro del área
La elección de Qatar para convertirse en la sede el Mundial de Fútbol en 2022 lleva el apelativo “corrupción” en sus dorsales. Diez días antes de que comenzara la copa en Brasil en 2014 se revelaron los sobornos millonarios a manos del ex directivo de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (mejor conocida como FIFA) en Qatar, Mohammed Bin Hammaam quien habría entregado en un primer momento 3 millones 700 mil euros a tres presidentes de asociaciones de fútbol africanos para que favorecieran a Qatar, es decir, para “comprar” el Mundial, así lo difundió el diario británico The Sunday Times en aquel momento.
Enseguida el rotativo estadunidense The New York Times publicó la indagación de la propia FIFA acerca de los partidos amistosos arreglados en 2010 mediante el pago de dinero, antes del Mundial de Sudáfrica en aquel año.
En la contienda por la sede para 2022 participó Estados Unidos, era el candidato fuerte para quedarse con la organización del torneo; al momento de la decisión final se dio un vuelco sorpresivo que favoreció al país árabe. La derrota de Estados Unidos en el escritorio supone la intensa intervención de los norteamericanos a través del Buró Federal de Investigación (el FBI), para revelar la cadena de corrupción al interior de la FIFA.
El policía Michael García fue el responsable de buscar evidencias sobre sobornos. Su informe resultó tan detallado y revelador que el comité directivo del organismo internacional actuó como una fiscalía mexicana: se negó a revelar el resultado de la averiguación, por el contrario, publicó un resumen manipulado omitiendo las irregularidades.
“El ex directivo qatarí desembolsó unos 3,7 millones de euros con el objetivo de sumar apoyos a la candidatura de Qatar así como influir en los miembros clave del comité. Bin Hammam, presidente de la comisión asiática de fútbol hasta 2011, organizó ‘una campaña encubierta de sobornos y agasajos’ para recabar apoyos para la candidatura de su país”, escribió The Sunday Times.
El rotativo inglés publicó acerca de diez fondos controlados por la empresa constructora Kemco, propiedad de Bin Hammam, “desde los que se hicieron varios pagos y transacciones en metálico por valor de hasta 147,000 dólares a cuentas de directivos africanos”.
En torno al proceso de corrupción se produjeron documentales como Los hombres que vendieron la Copa del Mundo, transmitido por la televisora Discovery Max; en el material el periodista Heidi Blake, de The Sunday Times, se refirió a la “cultura de la corrupción en la FIFA”, presente durante décadas, “sin control y sin ninguna supervisión o responsabilidad real; los extremos del comportamiento corrupto son impresionantes”, declaró para los cortometrajes.
Joseph Blatter, aún como presidente de la FIFA, respondió con sorna a los señalamientos que le imputaban una conducta mafiosa, aparentemente sin temor a las indagaciones policíacas: “hay quienes rumoran sobre sórdidos secretos que yacen en nuestro cuartel general bajo las colinas de Zúrich (en Suiza), como en una película de James Bond: les encanta imaginarme sentado en mi oficina, acariciándole la barbilla a un gato persa blanco, con una sonrisa siniestra. Pero nosotros no somos así, la FIFA no es así, y desde luego yo no soy así”.
Entonces la coordinadora de prensa de la campaña de Qatar 2022, Phaedra Almajid, desmintió a Blatter al revelar que ella, como traductora, presenció reuniones donde se ofrecieron sobornos a directivos de federaciones africanas, “un millón y medio de dólares para cada uno de tres presidentes de aquellas federaciones, a cambio del voto” favorable a Qatar.
Según Almajid el ofrecimiento de dinero no solo ocurrió con Qatar, también en los mundiales de Alemania y Rusia, “son las reglas de la FIFA y Qatar se ajustó a ellas”, declaró para los medios internacionales.
El orquestador del juego
La pieza clave que reveló la operación de la mafia del fútbol fue también su protagonista: El robusto y barbado Charles Gordon Blazer, mejor conocido como Chuck, fue integrante del Comité Ejecutivo de la FIFA de 1996 al 2013, él sí acariciaba a sus gatos como verdadero mafioso.
Chuck fundó la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF), organizó torneos y evadió impuestos, ese fue su error. El FBI lo pescó por ese delito y le colocó micrófonos para grabar a sus colegas del Comité Ejecutivo de FIFA.
Extravagante (rentó un departamento de cinco mil dólares mensuales en Nueva York para alojar a sus gatos), golpeador (agredía periódicamente a su novia Mary Lynn Blanks quién confesó su relación tormentosa con el magnate) y sibarita (gustaba de las bacanales), Chuck fue el soplón que destapó la cloaca.
El poder detrás del trono, Chuck, se reunía con presidentes como el ruso Putin, con el norteamericano Clinton, con el líder Mandela, con astros como Pelé, incluso con santidades como Juan Pablo Segundo.
Para confirmar o desechar los actos ilegales, la Comisión de Auditoría y Cumplimiento de la FIFA, a cargo de Domenico Scala, indagó los rumores; si “surgieran evidencias de que la elección de Qatar y Rusia sólo ocurrieron gracias a la compra de votos, la designación podría ser cancelada… hasta ahora, tales evidencias no han aparecido”, aseguró en su momento, pero poco faltaba para que empezaran a rodar, no balones, sino cabezas.
Una de las primeras en caer fue la del ex presidente de la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (la UEFA, donde se aglutinan 55 federaciones nacionales de fútbol en Europa), el famoso astro Michael Platini. Lo detuvieron el 18 de junio de 2019 por “actos de soborno activo y pasivo”; a la media noche de aquel día fue liberado, aunque el proceso de investigación tocó a la gente del entonces presidente de Francia Nicolas Sarkozy: Sophie Dion, la ex consejera del mandatario también fue aprehendida.
“Esta no es la primera vez que Platini es investigado por la adjudicación del Mundial de Qatar. Platini ya fue sancionado con cuatro años de suspensión por el cobro ilegal de un pago de 1.8 millones de euros firmados por Joseph Blatter, el expresidente de la FIFA”, escribió La Vanguardia de España en junio de 2019.
¿Cuál fue el papel de Francia en esta trama irregular? Las versiones difundidas apuntan a una reunión entre Mohammed Bin Hammaam, Michel Platini y Nicolas Sarkozy en la cual el árabe exigió el apoyo de Francia para quedarse con la sede del Mundial, a cambio de la compra de aviones galos.
El comportamiento comercial después de aquella junta confirma lo dicho: la exportación de aviones franceses al país árabe se incrementó de doscientos mil euros en 2011 a 14 mil 300 millones de euros en 2015. La agencia periodística Reuter así lo informó: “Francia y Catar firman un acuerdo de venta de cazas Rafale por valor de 7 mil millones de euros”.
Blatter lo aceptó después: “en la votación del Mundial no se compraron votos, sino que hubo interferencias políticas; no es lo mismo que alguien vaya a un hombre y le entregue cien mil euros o lo que sea, o un regalo, para que vote lo que le diga, es distinto”.
El FBI continuó investigando a los 24 miembros del Comité Directivo de la FIFA, los nombres que se divulgaron fueron los de David Chung, Worawi Makudi, Rafael Salguero, Julio Grondona, Manilal Fernando, y por supuesto Chuck Blazer, quien moriría durante el proceso, en 2017.
El reino del gas y el petróleo
La superficie desértica de Qatar equivale a la treceava parte de Coahuila al norte de México, es un poco más grande que las zonas metropolitanas de Monterrey y Ciudad de México. Es una península de dunas en el Golfo Pérsico donde viven menos de tres millones de personas, de las cuales el 83 por ciento son extranjeras y la mayoría son musulmanes, 77 por ciento; los demás son cristianos, hinduistas y budistas.
La migración masiva a la península comenzó en la década de los 80’s del siglo pasado promovida por el boom del gas natural y del petróleo, aunque el año de mayor crecimiento de población extranjera en el país fue 2014. La capital Doha y la ciudad Al Khor son las principales de las ocho municipalidades donde se habla árabe aunque el inglés está extendido ampliamente en este país que recién modificó su Constitución, en 2003, para establecer la separación formal de los poderes del Estado.
Pese a las reformas se mantiene la monarquía tradicional como forma de gobierno, encabezado por el Emir. Esta monarquía es hereditaria de padres a hijos varones entre los miembros de la familia Al Thani, recientemente se dio el relevo generacional.
Sin duda la presión global obligó a reformar la Constitución, considerando un catálogo de derechos y libertades que antes no tenían los ciudadanos, como la igualdad y la no discriminación; se prohibió la tortura, se implementó la presunción de inocencia y se eliminó la retroactividad en la aplicación de normas penales. Esto ocurrió hace menos de 20 años.
Asimismo se fortalecieron los deberes de los ciudadanos enfocados en el respeto por las normas, por el orden público moral y las costumbres locales que deben observar los residentes.
Por otra parte en Qatar sólo el uno por ciento de la tierra es cultivable, por esto la agricultura no representa ni siquiera medio punto porcentual del Producto Interno Bruto; la base económica está en la industria y los servicios, 54 y 46 por ciento del PIB respectivamente.
“Qatar es una de las economías más ricas del mundo, fruto de sus recursos naturales en gas y petróleo que representan el 35 por ciento del PIB”, señala la ficha de relaciones exteriores de la Unión Europea. Aquella nación es la tercera mayor productora de gas en el mundo y el mayor productor de gas licuado con 77 millones de toneladas al año, de acuerdo a los informes de Qatar Gas. Las exportaciones de los recursos rondan el 75 por ciento de lo producido y se mantiene en crecimiento, proyectando una producción de 126 millones de toneladas al año a partir de 2023.
Su tasa de crecimiento económico se mantuvo en dos dígitos desde 2005 hasta el 2012, tuvo una caída como ocurrió con la mayoría de las economías del mundo y desde el año pasado su crecimiento fue de 2.7 por ciento anual.
No hay desempleo, su inflación fue negativa en 2019 y 2020; su balanza comercial es superavitaria por la fuerte exportación de combustible; también ha mantenido un superávit en los ingresos públicos y eso que no existe un impuesto sobre la renta personal, aunque se plantea aplicar un impuesto sobre las ventas, parecido al IVA, del cinco por ciento.
“En enero de 2019 se aplicó sin previo aviso un impuesto al consumo orientado a productos ampliamente prohibidos por la ley islámica y considerados por el Estado de Catar perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente”, señala la Oficina de Información Diplomática de la Unión Europea.
Los productos “castigados” por motivos religiosos son el alcohol, el tabaco, las bebidas energéticas y la carne de cerdo a los cuales les aplicaron un impuesto del cien por ciento. A las bebidas azucaradas y refrescos también los grabaron con el 50 por ciento; este es el castigo a productos que durante el Mundial de Fútbol, serán demandados por los visitantes.
A pesar de ser un país rico, Qatar es vulnerable por su dependencia del extranjero para alimentarse, y porque está rodeado de los gigantes del mundo árabe.
Débil defensiva
El 5 de junio de 2017 Arabia Saudita, influida por el entonces presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, decidió imponer un embargo económico al emirato con el argumento de que Qatar apoyaba los movimientos terroristas en la zona como el Estado Islámico. La decisión del bloqueo la respaldaron los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Egipto, Yemen, Libia y las Islas Maldivas, es decir, todos sus vecinos.
El bloqueo de aquellas naciones agobió a la minúscula península. Arabia Saudita impidió el contacto terrestre, marítimo y aéreo como medida para “proteger la seguridad nacional contra los peligros del terrorismo y el extremismo”, citaron funcionarios saudíes.
Se acusó directamente a la capital Doha de colaborar y financiar a la “Hermandad Musulmana” y apoyar a las milicias iraníes. Por supuesto Qatar rechazó las acusaciones y continuó con sus críticas a Arabia Saudita.
“Se cree que tanto ricos qataríes como el mismo gobierno han apoyado financieramente a grupos islamistas en Siria”, reportó la BBC de Londres, por esa razón Arabia Saudita cerró las fronteras, principalmente la terrestre, por donde circula el 40 por ciento de los alimentos que consumen los qataríes.
Tres años después la penalización llegó a su fin. En lunes, Arabia Saudita abrió sus fronteras y se firmó un acuerdo para acabar con el boicot que lastimó la economía de Qatar, pero también de sus vecinos del Golfo.
"Más allá de la retórica diplomática, un país en particular, los Emiratos Árabes Unidos, tiene serias dudas de que Qatar realmente vaya a cambiar sus formas. Si bien Qatar niega su apoyo al terrorismo, ha apoyado movimientos políticos islamistas en Gaza, Libia y otros lugares, en particular la Hermandad Musulmana transnacional, que los Emiratos Árabes Unidos ven como una amenaza existencial para su monarquía", explicó para la BBC, Karen Young, experta en economía política del Golfo del American Enterprise Institute.
Los resabios del bloqueo están latentes, no se olvidarán y es probable que al final de la Copa, afloren los rencores.
Tarjeta amarilla en derechos humanos
La violación a los derechos humanos es otro de los aspectos que no ha salvado, desde la óptica extranjera, el emirato árabe. Las modificaciones a la Constitución son recientes y la cultura milenaria, asimismo la violencia de género.
En Qatar, por ejemplo, la esposa debe ser obediente con su esposo, debe mantener la casa en orden y limpia, esta disposición se establece por Ley. Y si ella se niega a sostener relaciones sexuales con su pareja, puede perder su derecho a la manutención financiera; el mismo riesgo corre si se muda del hogar conyugal, si niega la entrada del esposo a la casa o si también rechaza viajar con él.
En Qatar, si la mujer desea cursar una licenciatura, deberá tener el permiso de su marido o de un hombre, así sea su hermano menor, de lo contrario no podrá asistir a una universidad, registra la organización no gubernamental Human Rights Watch, y ejemplifica:
“Mariam”, mujer qatarí de 30 años se casó a los 18, “una de las condiciones que su esposo acordó verbalmente con su padre fue que le permitirían completar su educación universitaria, pero ella dijo que él era ‘muy controlador’ y que ‘me quitaba las llaves de la casa para que no pudiera salir de casa’. Algunas mujeres dijeron que sus esposos amenazaron con presentar o presentaron casos de beit al-ta´a, o ‘casa de obediencia’ en su contra en un tribunal de familia, para obligarlas a regresar al hogar conyugal, generalmente después de que sufrieron años de abuso”, reveló el informe sobre discriminación de la organización no gubernamental enfocada en la defensa, investigación y promoción de los derechos humanos con sede en Nueva York, Estados Unidos.
No sólo se abusa de las mujeres en Qatar, en el contexto de la construcción de estadios para la justa deportiva también se acusaron excesos que costaron la vida de cientos de trabajadores migrantes. Los acontecimientos han indignado a parte de las sociedades europeas, al grado de opinar negativamente sobre la organización de la copa.
En Alemania, por ejemplo, se preguntó si estaban a favor de boicotear el Mundial de Fútbol de Qatar, a lo que el 61 por ciento de los encuestados respondió que sí, especialmente por las condiciones laborales adversas.
Otros resultados de la encuesta aplicada por la firma Infratest Dimamp en mayo de 2021 son: el 33 por ciento de los alemanes está en contra del Mundial, el 65 por ciento en contra de que los futbolistas participen; el 26 por ciento está a favor y el 9 por ciento está indeciso o no dio su opinión. La encuesta fue difundida por la Radiodifusora del Este Alemán.
A pesar de todo ello, la Copa del Mundo se celebrará del 21 de noviembre al 18 de diciembre, una fecha atípica para los mundiales, adaptada por las condiciones climatológicas de la sede, porque el calor del verano resulta agobiante.
Por su parte el periódico The Guardian difundió acerca de la muerte de 6 mil 500 trabajadores de la construcción desde que le fue otorgada la sede del mundial a Qatar en 2010. De aquellos, 37 trabajadores perdieron la vida durante la construcción del estadio principal de la Copa del Mundo 2022.
Otra fuente contabiliza 5 mil 927 trabajadores migrantes de India, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka, que han muerto desde el 2010 al 2020. La embajada de Pakistán en Qatar denunció 824 muertes, y podría ser más elevada la cifra: “caídas desde una gran altura, asfixia por ahorcamiento, insuficiencia cardiaca, fallo respiratorio y otras indeterminadas” han sido las causas, constató The Guardian.
Durante los diez años de preparación del torneo se han construido siete nuevos estadios de futbol, así como aeropuertos, carreteras, líneas de transporte público, hoteles y una nueva ciudad.
Ante las adversidades que padecen los trabajadores migrantes, Noruega, Alemania, Holanda, Dinamarca y Bélgica han protestado portando camisetas a favor de la seguridad de los obreros en los estadios de futbol y a favor de los derechos humanos en aquel país asiático.
Otra encuesta, aplicada el 19 de mayo de 2021 por Run Repeat a 4 mil 201 personas en todo el mundo, incluyendo a mil 150 estadunidenses, arrojó que el 59.01 por ciento cree que la Selección Nacional Masculina de Estados Unidos debería boicotear el Mundial, en tanto, el 60.59 por ciento cree que debería realizarse en otro país debido a las condiciones de los derechos humanos de los trabajadores migrantes, las mujeres y la comunidad LGTBIQ+.
Sobre el tema de los derechos humanos, Amnistía Internacional quiere que la FIFA “haga mucho más para proteger a los trabajadores”, publicó Reuters el 22 de marzo pasado.
“Mundial Qatar 2022 ¡Una Copa Mundial que promete ser emocionante!”, titula un espacio de viajes en Internet que fomenta los paquetes turísticos, advirtiendo acerca de las actividades que no se pueden realizar: “Es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones durante tu viaje: Está prohibido beber alcohol en lugares públicos. Sólo puedes beber en algunos restaurantes y bares de hotel con licencia. Vestir de forma atrevida: es importante vestir de manera discreta, se recomienda cubrir hombros y no usar faldas demasiado cortas. *Las mujeres musulmanas utilizan el hiyab, un velo que cubre su cabeza y que representa discreción, modestia y la fe en Alá. Está prohibida la importación y el consumo de carne de cerdo, así como la importación de bebidas alcohólicas. Se debe evitar cualquier tipo de muestra de cariño en público”... entonces ¿para que ir?
El técnico de Países Bajos, Louis van Gaal, calificó de “ridículo” que el Mundial 2022 se realice en Qatar. “Es ridículo que vayamos a un país para desarrollar el futbol allí (…) Pero no importa. Es cosa de dinero, de intereses comerciales. ¿Por qué crees que no estoy en las comisiones de la FIFA como todos? Es porque siempre me he resistido a esta organización. No está bien”, agregó el neerlandés sobre el próximo Mundial.
Doble amarilla, expulsión
“Un mundo que parece odiar a las mujeres”, tituló Paola Schietekat Sedas al texto público en el cual narra su tragedia acrecentada por la insensibilidad e ignorancia del servicio de relaciones exteriores de México.
Paola es mexicana, profesionista, que trabajó en Qatar como economista conductual en el Supreme Committe for Delivery and Legacy, una oficina integrada al comité organizador del Mundial.
A los 16 años de edad sufrió la agresión sexual de su novio de entonces, por su edad y temor no lo denunció. Continuó su vida, creció profesionalmente hasta obtener el cargo que le llevó al país árabe donde ocurrió otro incidente adverso: fue violada por uno de sus compañeros de trabajo. Ella lo narra en su escrito público:
La noche del 6 de junio de 2021 “un conocido, que consideré amigo, de la comunidad latina en Doha, se metió a mi departamento en la noche, mientras yo dormía. Aclaro que, en Doha, siendo de las ciudades más seguras del mundo, mucha gente deja su puerta sin seguro y recae en la seguridad del edificio. Después de un forcejeo breve, pues su fuerza sobrepasaba la mía, terminé en el piso. Horas después, me salieron moretones en todo el brazo izquierdo, el hombro y la espalda”.
Paola denunció la agresión, acudió al cónsul de México en Qatar quien no domina el árabe. El funcionario le recomendó a Paola ir a las últimas consecuencias sin saber qué significaría esto. Lo que siguió fue un calvario para la mexicana.
“Fueron tres horas de interrogatorio en árabe, y en cierto punto me exigieron una prueba de virginidad. Por alguna razón yo había pasado a ser la acusada. Cuando preguntaba por qué exigían que les diera mi celular, me aseguraban que no había cargos en mi contra, que solo querían verificar que no hubiera una relación romántica entre nosotros (ella y el violador), pues el agresor se defendió de la denuncia diciendo que yo era su novia. En Qatar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye cien latigazos”. El presunto violador es casado.
Al final logró salir de aquel país, sin poder resolver el caso a su favor; por el contrario, las autoridades de relaciones exteriores de México le recomendaban casarse con el abusador para evitar los latigazos. Un absurdo.
“Me fascina el fútbol, el poder hacer economía conductual en preparación para el Mundial… Era como realmente usar todos mis conocimientos. Era mi sueño y lo logré. Y ese güey me lo arrebató”, lamentó Paola Schietekat.
“Las mujeres en Qatar han roto barreras y logrado un progreso significativo, incluso en educación, donde ahora hay más mujeres que hombres graduados, y como doctoras, abogadas y empresarias en uno de los Estados per cápita más ricos del mundo. Sin embargo, siguen enfrentándose a una profunda discriminación en casi todos los aspectos de sus vidas”, se reitera en el informe de Human Rights Watch y continúa:
“Hacer cumplir las reglas de tutela masculina y permitir que las restricciones sociales sobre las mujeres continúen, contradice directamente estas aspiraciones y ponen a Qatar en incumplimiento de su Constitución y sus obligaciones internacionales de derechos humanos. Qatar debe tomar medidas inmediatas para eliminar las normas y prácticas discriminatorias de tutela masculina y otras normas discriminatorias contra la mujer”, recomienda la organización no gubernamental norteamericana.
A pesar del incremento de la participación femenina y de su alto nivel educativo, la fuerza laboral femenina equivale a la mitad de la masculina en el país árabe.
Detrás del Mundial de Fútbol a celebrarse en Qatar existen contradicciones sensibles, lo que ofende es la ceguera de sus organizadores, quienes evitan el video assistant referee, el VAR, para sancionar las faltas.
En el caso de Paola sería deseable que la Selección Mexicana se pronunciara rechazando el trato indigno a las mujeres en alguno de los partidos del mundial, un acto improbable por el escaso compromiso social de los directivos y futbolistas mexicanos, y también porque ya se filtró el diseño de sus uniformes, y en éstos no se vislumbra una seña que cuestione las anomalías que se ocultan bajo el pasto de los estadios.
Qatar será un mundial histórico, sin duda, pero por el excesivo juego sucio que se practica en su contexto.
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