Brenda Navarro, un estallido literario
Entrevista

Brenda Navarro, un estallido literario

Fotos: Barry Domínguez/ Fotogrammas

La narrativa de Brenda Navarro fulmina desde los primeros renglones. Un acontecimiento estalla. Luego, uno de los personajes se encarga de desmenuzar la historia. Así es el estilo literario de esta autora mexicana que, hace apenas dos años entró como una bomba al terreno de las letras mexicanas con su novela Casas vacías, un texto que habla sobre el dolor de la desaparición de un hijo y desdobla el concepto de la maternidad hasta llegar al punto de desromantizarla.

Recientemente lanzó Ceniza en la boca, una ficción que pone sobre la mesa temas como la violencia estructural, la migración, el racismo y el suicidio adolescente. Sus propuestas literarias descolocan, estrujan. Son como bombazos que devastan, pero que al mismo tiempo ofrecen esperanza.

Navarro es clara al decir que con su literatura no busca evidenciar nada. Dice, su intención es sólo ficcionar, teclear historias, construir personajes. Pero… inevitablemente la realidad y el matiz humano se asientan en el abordaje de sus hojas en blanco, por eso sus narraciones encuentran eco.

Con Ceniza en la boca, Navarro acentúa su poder narrativo y se sitúa como una de las autoras contemporáneas más solicitadas en los estantes de las librerías nacionales e internacionales.

Es sobre su nueva propuesta literaria que la también socióloga accede a conversar con Siglo Nuevo. Dos dispositivos e Internet nos dan acceso a un diálogo para despejar cuestiones sobre Ceniza en la boca, una novela que resulta, por su fuerza narrativa, un estallido literario.

Hay varios temas que pones sobre la mesa con esta nueva novela, primero, me gustaría abordar el hecho de la violencia sistémica que vive la mamá de Diego y que justo es la hebra que jalas para destejer toda una serie circunstancias que se derivan a consecuencia de ¿Por qué elegir este escenario para arrancar la historia?

Para mí es solamente el contexto que necesito para que la historia de Diego y el de la protagonista se enmarque. No se puede entender la vida de Diego y de la protagonista sino revisamos de dónde vienen. Y vienen de un lugar que ya se ha problematizado muchísimo en redes (sociales) en el que muchas personas, generaciones jóvenes, están descubriendo que sus abuelas probablemente no tuvieron una capacidad de decisión a la hora de ser parte de una familia. Me interesaba ponerlo, en ese sentido, para dejar cimentadas las bases de que las violencias más que irse transformando u ocultándose habían estado ahí desde siempre.

Se habla mucho de las madres ausentes que deben ir a trabajar, pero casi no se toca el tema del peso de la existencia que recae en los hijos mayores que de alguna manera se tienen que hacer cargo de la familia ¿Cuál es el interés central de evidenciar esta otra realidad?

Bueno, no tenía ganas de evidenciar nada. Me gustaría que quedara claro que esta es una novela de ficción. Es una novela que más que evidenciar cosas lo que me interesaba era problematizar la forma en qué la protagonista se tiene que hacer adulta, para mí la novela es el viaje de esta chica teniendo que volverse adulta y poniendo de manifiesto todas las cosas que ella ve y logra observar de manera lúcida para decir “no estoy muy segura que me quiero insertar en este mundo y no estoy tan segura, pero tengo que hacerlo porque incluso mi hermano que era menor tomó una decisión que yo no he tomado”. Digamos que es parte de la construcción del personaje. En la literatura yo no quiero evidenciar cosas, sólo quiero construir personajes complejos.

Abres tu novela con una imagen fuerte: el suicidio de un adolescente. Una realidad que aunque en cifras es alarmante. Poco trabajo se hace desde los organismos gubernamentales para erradicarla. Tu literatura, se puede decir ¿ Es una forma de sensibilizar?

No. Tengo mucho miedo que se utilicen palabras como sensibilizar, denunciar, y todo eso, porque si bien la novela puede conversar con nosotras, contigo y conmigo como personas, respecto a lo que nos mueve, la novela en sí misma no tiene ese fin, ni de denunciar, ni de visibilizar, ni de hacer nada porque entonces ya no sería una novela de ficción, sería otra cosa. Yo sí defendería este libro como una historia de ficción en la que se tocan temas que hacen que a su vez nosotras podamos sentir la empatía de ese mundo porque lo podemos identificar en nuestra realidad. Quisiera hacer ese matiz porque es complicado. Pero volviendo a tu pregunta, me interesa mucho el tema del suicidio en la adolescencia porque me parece, y no tengo la respuesta por supuesto, que es dentro de la vulnerabilidad de la adolescencia en el que dan el salto a entender que tienen que vivir en un mundo que les resulta adverso y (tienen que) encontrar la belleza de lo que significa estar vivo o terminan no queriendo hacerlo y permiten que el sistema en el que están inmersos los arrastre. Eso me preocupa mucho. Además más allá de que si estamos o no alarmados por los números de suicidio, que son enormes como tú bien lo dices, me parece que es importante, más que prevenirlo, preguntarnos qué es lo que está pasando para que la adolescencia crea que no hay más allá.

Aquí también se liga el tema de la culpa y lo difícil que resulta afrontar el que un familiar decida quitarse la vida...

Siguiendo en la línea de lo que comentaba, parece que el suicidio en sí que es un acto individual, que por supuesto afecta muchísimo a quien se queda, porque es casi un tema tabú. Sabemos que existen los suicidios, sabemos que hay personas suicidandose, y no sólo adolescentes. Aquí el tema es la verdad del por qué toman esa decisión. Aunque dejen cartas, en realidad la verdad misma que ellos se han construido para tomar esa decisión nunca la vamos a saber, entonces, lo normal es que quienes se quedan, empiecen a tratar de tejer esa verdad y en ese trance llega siempre la culpa “¿pudimos hacer algo más?, ¿hicimos de menos?” Son preguntas casi que filosóficas, no sólo ante la pérdida de la persona que se suicida sino ante sus propias vidas. El suicidio realmente cimbra el entorno en el que sucede.

¿Por qué elegir la voz de la hermana para narrar la historia?

Esto es algo que hago de forma muy consciente. Me gusta que pase un acontecimiento importante y que sean las personas que están alrededor quienes lo cuenten y el acontecimiento importante era el suicidio de Diego, pero no me interesaba la versión de Diego, me interesaba lo que quedaba después de Diego y en este caso era por supuesto la hermana, que como bien dices estaba tan cercana a ella porque era quien lo cuidaba y con quien compartía una visión muy cercana, porque ella no es una adulta; tenía esta visión de casi adolescente que permitía crear mayor empatía con su hermano, sin juzgarlo desde el mundo adulto. Eso era lo que me interesaba de esa mujer, que ella podía ser más empática y juzgar menos a su hermano con todo y la rabia que siente con la decisión que tomó su hermano.

Ahora, Diego es un personaje que guarda silencio. No dice mucho, sin embargo, una acción suya golpea a la familia de forma definitiva….

Esa la clave de la construcción de ese personaje. Los silencios a veces dicen muchísimo más que las palabras y eso me interesaba mucho porque (no se como resumirlo) pero la mayoría de las veces nos dicen que cuando algo nos duele no nos callemos, que hablemos, que utilicemos el lenguaje y estoy totalmente de acuerdo, pero yo hice un análisis en la necesidad que ha tenido por ejemplo América Latina de guardar silencio para sobrevivir y yo quería hacer un poco esa metáfora de Diego que guarda silencio, porque no tiene las herramientas para poder explicarlo. Pero ese silencio ya está diciendo un montón de cosas y no podía ser de otra forma porque si Diego hubiera dado más pistas, hubiera sido la historia de Diego y yo no quería contar la historia de Diego, quería contar la de su hermana.

Dice la narradora “¿Qué haces sin futuro? Igual eso pensó mi hermano y quizá por eso fue que se aventó ¿Cuál futuro” ¿Crees que en este punto la vida ha dejado de importar?

No, definitivamente no. La vida sigue siendo lo que estamos viendo, para bien y para mal. Lo que creo es que la narradora se lo está preguntando por debajo de lo que nos hacen creer ahora mismo, que el mundo va para mal, que el mundo se va acabar con el cambio climático, es decir, hay una narrativa oficial que nos dice que el mundo es espantoso. En México lo vivimos a diario. No lo quiero menospreciar pero a las narrativas oficiales les sirve que creamos que no hay vida más allá de lo que estamos viviendo. En el momento en el que nosotras entendamos que nuestra vida puede generar un montón de cosas, más allá de lo que nos ofrecen, es cuando podemos empezar a imaginar otras cosas. Para mí el momento tan difícil y tan oscuro que estamos viviendo, es un momento de reflexión y de autocrítica que va a generar que pasen cosas. En México es muy claro, y siempre pongo este ejemplo, que cuando estaba todo el auge de las personas desaparecidas, todos estábamos como en shock, creo que seguimos un poco, pero antes estábamos más y pensábamos que no había salidas y lo que nos han demostrado las madres de esas personas desaparecidas es que sí hay otras cosas. Son ellas quienes los encuentran, son ellas las que están agrietando lo que nos decían que no se podía, ellas demuestran que además de sobrevivir esta desaparición, están generando lazos entre ellas. Entonces... claro que hay vida, claro que la vida importa, claro que la vida permite que haya momentos de belleza, lo que pasa es que para llegar a esos momento de belleza instantáneos o un poco más largos, hay un costo muy alto y ese costo muy alto creo que las nuevas generaciones no saben como lidiarlo. Si los adultos no sabemos, imagínate las nuevas generaciones, es complicado ayudarles a que ejerzan su imaginación, pero la tienen, está ahí, lo que pasa es que no somos capaces de escucharlos. Creo que ese es el problema, que no estamos escuchando a la adolescencia.

Otros temas centrales de tu novela es la migración y la discriminación, y en un apartado la narradora expresa: “Para mí irnos de México significaba huir de la violencia que terminó arrasando con mi familia, pero en España nos esperaba otro tipo de violencia, una menos aparatosa pero más cruel”. La idea de que siempre se estará mejor en otro lado detona el traslado, lo cierto es que la adaptación también es compleja….

Ese es el gran tema. Pero no sólo de la novela, sino el gran tema de todos nosotros que cuando nos sentimos mal en un espacio creemos que si nos movemos a otro espacio que pueda cumplir nuestras expectativas estaremos mejor y cuando llegamos a eso y nos damos cuenta que, probablemente, sean mejores circunstancias pero no nos hace sentir satisfechos o satisfechas, es el gran punto. Creo que tiene que ver con idealizar, hemos aprendido a idealizar que vamos a tener un futuro mejor cuando lo que deberíamos de pensar es en lo que estamos haciendo en este momento para sentirnos mejor, que no quiero caer en el discurso individualista de “nosotras podemos, está en nuestras manos, etcétera”, pero es más fácil que la narrativa oficial nos diga “no va a ir mejor, por eso mejor endeudáte, has esto, has aquello” para alcanzar una expectativa que sabes, de ante mano, que probablemente no va a ser, a que aceptes que ese camino de estructuras racistas, estructuras económicas, estructuras clasistas que no me dejan pasar, y preguntarse “cómo hago para apropiarme de ese futuro”.

Las políticas migratorias han encrudecido el traslado de infinidad de personas que buscan mejorar sus condiciones de vida. Por qué poner este tema sobre una de las bases principales de esta novela.

Lo pongo sobre la mesa porque creo que esta es una discusión que hemos tenido y vamos a seguir teniendo. Es la construcción de los estados nación cuando te dicen “tú perteneces a un lugar que comparte códigos culturales, sistemas, digamos de relación similares y todo aquello que te sea distinto es tu enemigo”, un poco así es como se han construido los estado nación y la realidad es que lo que se ha acentuado en estos últimos tiempos (lo explica mucho mejor que yo Sayak Valencia en Capitalismo gore), que nos han individualizado tanto que nos han hecho creer que todos los demás son enemigos y entonces nos ponemos una coraza y nos tratamos de proteger a los nuestros y la pregunta quiénes son los nuestros y por qué los demás no pueden ser los nuestros. […] ahora hay una crisis muy grande en la que se están levantando muchas fronteras y no sólo tiene que ver con el deseo de pertenencia nacionalista, sino que también se vincula a un montón de dinero que está generando que los controles migratorios sean redituables para un pequeño grupo del poder y eso es realmente lo que creo que importa a la hora de analizar nuestras propias vidas. Cuando te digo no quiero denunciar, no quiero que parezca que sensibilizo, porque desde mi punto de vista los ensayos son mucho mejores que una novela, pero es cierto que todo esto que te narro afecta directamente a personas en sus vidas. No es un invento el que una madre no pueda estar con su hijo por un control migratorio, y por supuesto que va a cambiar la vida de esas personas de forma directa, acción que pueden terminar en tragedia, no sólo en suicidios sino en muchísimas tragedias.

¿Cuál sería la diferencia entre el sueño americano con lo que persiguen los migrantes que llegan a España?

Es una gran pregunta. Yo creo que la gran diferencia es que es muy complejo, porque no hay muchos mexicanos que se vayan a España a trabajar, en realidad los mexicanos se van a Estados Unidos. El sueño americano es más una cosa económica, estás buscando un bienestar, estás tratando de seguir manteniendo una raíz más fuerte como con México y en el tema de España que parece un poco turbulento porque tendríamos más cosas en común como primero el idioma español, pero… hay un océano de por medio y quieras o no eso es muy distinto y es muy distinto porque no es lo mismo que sepas que puedes regresar pronto, aunque sean muchas horas, a saber que hay un océano de por medio que te separa totalmente. Digamos que las grandes elites lo ha utilizado como “quiero irme a Europa porque entre más lejos mejor” y la realidad es que ahora mismo el sueño europeo está en total crisis, ni ellos saben qué van hacer. Ahorita mismo lo sueños americano- europeo están en crisis y tendríamos que estar pensando cómo vamos hacerle nosotros desde nuestros propios territorios porque esos no son los caminos, no los están demostrando ahora mismo.

Para finalizar ¿Cómo definirías Ceniza en la boca?

Es una novela que habla sobre el viaje de una mujer que está en un punto de su vida en el que tiene que saber si se volverá adulta y bajo qué términos. Es una novela de una narradora rebelde que entiende lo que sucede en el mundo, no le gusta, pero no sabe qué hacer con ello y está sufriendo más porque se suicidó un hermano al que cuidó mucho y que (al final) parece que tiene mucha mayor voluntad que ella. Es una novela en la que sientes, al pasar de página, el dolor de la protagonista.

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