La lectura se puede dar de distintas maneras, puede ser oral, en voz alta, en silencio, reflexiva, recreativa, etcétera. Al momento de leer cualquier texto, es importante que este mismo sea entendido, clasificado y diferenciado, pues ayudará a que la información se organice de mejor forma en la mente. Para esto existen diversas técnicas que pueden implementarse al momento de realizar la lectura.
Es importante conocer que el perfeccionamiento de estas técnicas se verá solo con la práctica, las primeras ocasiones pudiera ser resultar difícil mantener la concentración, sin embargo, con la repetición mejorará, además que la velocidad con la que se lee también incrementará. Se recomienda que para obtener mejores resultados, se combinen estas herramientas con otros métodos. Las técnicas de lectura rápida son altamente recomendadas cuando se tratan de textos científicos, aunque no significa que no sean útiles para otro tipo de contenidos.
Específicamente el skimming y el scanning, representan técnicas que son comúnmente utilizadas en los exámenes de idiomas, pues ahorra tiempo al no tener que leer palabra por palabra, evitando el encuentro con palabras de las cuales no conocen el significado que pueden ser un colapso mental, es en ese momento cuando estas dos herramientas se vuelven la mejor opción a aplicar para conocer la representación general de lo que se esté leyendo.
Skimming
Llamado también en español como ‘barrida del texto’, es la técnica más rápida de lectura, permitiendo alcanzar dos mil palabras por minuto. El término proviene de un término en inglés utilizado para referirse a la acción de quitar la nata a la leche, lo que representa la extracción de solamente lo esencial. Esta técnica persigue encontrar las ideas principales a través de la lectura superficial del texto, prestando atención a los primeros y los últimos párrafos del contenido. Esta manera aumenta la rapidez para leer de tres a cuatro veces más.
Debido a que sólo ayuda a extraer ideas generales, el skimming se recomienda para aquellas ocasiones en las que es necesario dar un repaso a algo que ya se ha estudiado previamente, esto con el objetivo de poder descubrir si los recuerdos que se tienen sobre el texto siguen siendo correctos, así como identificar las partes que no habían sido entendidas completamente. Otra sugerencia con esta técnica es utilizarla para encontrar datos en específico como fechas, lugares o nombres.
El skimming se puede dividir en dos tipos:
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Para encontrar datos específicos: como se mencionaba anteriormente, para realizar esto se recomienda leer la primera oración de cada uno de los párrafos; recorrer cada página con la mirada en sentido vertical sin detenerse; reconocer la imagen de las palabras, ya que no es necesario mirarla totalmente para encontrarle el sentido; evitar a toda costa las distracciones, es necesario estar enfocado, relajado y tener paciencia.
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Encontrar estructura general del contenido: para descifrar esta idea global del texto se debe prestar atención al título de este mismo, pues brindará una visión panorámica del contenido; reconocer las ideas principales a través de la lectura de los primeros y últimos párrafos de todo el texto, es importante también distinguir puntos clave como palabras en negrita, en cursiva o en mayúsculas; analizar los gráficos e imágenes que haya, a veces una imagen puede explicar mejor que las palabras.
Scanning
Esta otra técnica, como su nombre lo dice: ‘escanear’ trata de darle una leída rápidamente al contenido. Dicha técnica consta de una gran concentración con la cual se busca lo deseado, además de contar con el movimiento rápido de los ojos, viendo de arriba hacia abajo que buscan la palabra o frase buscada. Un ejemplo para poder entender esto es cuando se quiere buscar una palabra en específico en un diccionario, pues la concentración se centra en encontrar una palabra en concreto que los ojos solo buscan hallarla.
El scanning funciona también para cuando se quiere revisar de forma muy rápida si el contenido es lo que se busca o no, se escanea el texto y luego se examina de forma rápida. Para llevar a cabo el uso de esta herramienta es necesario fijar la atención en los organizadores que el autor pudo haber utilizado, hallando así puntos claves en los números y letras extras.
El proceso para llevar a cabo el scanning es:
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Fijar un propósito a corto plazo, es decir, la palabra, frase o dato específico a buscar.
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Mover los ojos rápido por cada uno de los enunciados, mientras esto se realiza es necesario tratar de encontrar puntos clave de cada párrafo que ayuden a encontrar el objetivo. (puede ayudar dar una revisada al índice para encontrar palabras clave que faciliten la búsqueda)
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Cuando se haya localizado alguna palabra o frase clave, hay que detenerse a leer como normalmente se haría, con calma.
El propósito de este tipo de lectura es, en concreto, el de tratar de asimilar lo más que se pueda un texto.
Otras técnicas
Antes de llevar a cabo cualquier técnica que sea más compleja, como lo son el skimming o el scanning, es necesario aprender a realizar correctamente la ‘lectura secuencial’, se trata de la forma de leer más común entre las personas, esto significa leer un texto las veces que sea necesario hasta poder comprender lo que dice.
Algunas otras técnicas que se puedan usar y mezclarse con las dos mencionadas son:
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La lectura puntual: en este modo se selecciona solamente un párrafo para que el tiempo de lectura sea menor.
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Lectura inferencial: tiene como fin la deducción e interpretación de los mensajes, tratando de encontrar la intención del autor, sus ideas y sus pensamientos a través del texto.
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Lectura diagonal: esta técnica consiste en leer el primer párrafo, pasar por los títulos y subtítulos, buscar palabras o datos clave, poner atención a las preguntas que se encuentren y por el último, leer el párrafo final.
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