La dispareunia es un padecimiento en el que las mujeres sufren dolor antes, durante y después del coito; las causas pueden ser: exceso de tensión en los músculos que se encuentran en la zona baja de la pelvis, zona que lleva por nombre suelo pélvico. Por otra parte, el dolor también puede darse por la disminución de la fuerza de estos músculos.
El suelo pélvico es un conjunto de tejidos que permiten, entre otras cosas, mantener relaciones sexuales placenteras. Una parte muy importante de esta zona es que está compuesta por músculos que requieren activarse como cualquier otra parte de nuestro cuerpo.
Existen varias disfunciones sexuales, por ejemplo las que se encuentran relacionadas con el dolor derivado de la actividad sexual, hay tres que son muy frecuentes: el vaginismo, la vulvodinia y la dispareunia, por ello es fácil confundirse.
El vaginismo es la imposibilidad de mantener relaciones sexuales con penetración, la vulvodinia es el dolor, ardor y molestia en toda o gran parte de la vulva e incluso dolor en las zonas del cuerpo más cercanas a ella, y la dispareunia es el dolor antes, durante y después del coito.
El dolor que se presenta en la dispareunia puede ser en la zona de la entrada de la vagina, en la vulva, o profundo. La buena noticia es que tiene cura y el tratamiento de estas molestias es personalizado.
Existen diferentes momentos en la vida de las mujeres en los que se podría presentar dolor al mantener relaciones sexuales con penetración, pero en ninguno, se debe mencionar. es algo normal. De estos momentos o situaciones que se pueden presentar son: al realizar ejercicio intenso o de alto impacto, incluso con deportes como la equitación o el tae kwon do, partos, partos con o sin episiotomías (corte en la zona de la vagina durante la parte final del parto), cesáreas, aumento de tono (estado de tensión del músculo) en los músculos del suelo pélvico, agresiones sexuales, accidentes o golpes en esa zona, menopausia, luego de cirugías, etcétera.
Desgraciadamente, la dispareunia es común y socialmente normalizada, es por esto y por algunas otras razones que no se le conoce mucho y se le trata poco.
Mujeres que han dado a luz por parto refieren que se les señala que al tener hijos de esta manera es normal y que deben tolerar el dolor. Muchas otras que han tenido cesáreas son frecuentemente ignoradas y silenciadas debido a que no tuvieron un parto, pero la realidad es que el embarazo es una factor importante para padecer dispareunia, por lo que es verdad que padecen dolor por los tres factores: parto, cesárea y embarazo.
Algunos especialistas recomiendan a las pacientes que sólo tienen que relajarse, pero esto no va a generar ninguna diferencia, el tema, más bien es localizar el factor causante y trabajar directamente sobre los músculos del suelo pélvico.
En este punto es importante recordar que ningún tipo de dolor es normal y que no se debe tolerar esa clase de molestia, siempre es importante buscar ayuda. Aquí es donde la fisioterapia integral del suelo pélvico puede apoyar.
Uno de los problemas más graves de los padecimientos sexuales, es que hablar de sexualidad aún es tabú, por ello es difícil comunicarlo. Cuando una mujer logra expresarse y contar lo que siente, la respuesta, suele, no ser positiva. Y cabe mencionar que se desconoce por completo la especialidad que puede apoyarla con un tratamiento especializado.
TRATAMIENTO
El suelo pélvico es una zona muscular con ligamentos y articulaciones muy importantes, enlazado completamente a la columna, al abdomen y a la zona respiratoria, por lo que es importante que durante su tratamiento, la fisioterapia integral del suelo pélvico sea una aliada en el tratamiento, siempre de una manera integral.
La fisioterapia es el área del sector salud que apoya en el trabajo de músculos, articulaciones y otros tejidos como el tejido conectivo, por ello el trabajo de un especialista certificado en esta área tiene el tratamiento adecuado.
La terapia es personalizada, no existe un protocolo específico, en cada caso y durante la primera consulta se debe realizar una entrevista de valoración completa para conocer antecedentes, situación actual, signos vitales y para realizar el análisis del estado físico de las pacientes.
La revisión siempre debe ser de diferentes zonas del cuerpo, por ejemplo, el abdomen y no sólo del suelo pélvico.
En muchas ocasiones, lesiones anteriores pueden seguir generando tensión de otras zonas, en un extremo las rodillas o los tobillos, y en el otro extremo, hombros o cuello. Estas tensiones anteriores pueden ocasionar que el suelo pélvico tenga que generar un equilibrio diferente y por esto puede existir el dolor.
Luego se dará tratamiento a diferentes músculos que la terapeuta vea conveniente para mejorar el tono o tensión muscular, pero de manera general, con terapia manual se puede lograr la liberación de músculos y otros tejidos, y en conjunto se aplican ejercicios para trabajar sobre el tronco y la zona muscular de la pelvis, así como sobre los músculos respiratorios para normalizar la tensión muscular, ejercicios para tener conciencia completa de nuestro cuerpo y de esta zona tan importante.
Es importante recordar que el funcionamiento del suelo pélvico incluye algo más que sólo realizar ejercicios Kegel, debido a que esta zona no trabaja aislada, se debe tratar en conjunto con tratamiento postural.
El tratamiento debe ser llevado a cabo por una especialista, porque la zona a tratar requiere cuidados particulares, mucho tacto, sobre todo, porque son padecimientos que necesitan de mucha empatía.
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