El pintor Lucian Freud se levanta de la cama y se pone los zapatos. Es grabado por su asistente David Watson, quien lo conocía mejor que nadie; ahora él es el director del Lucian Freud Archive; también fungía como su modelo: aparece desnudo en la última pintura de Freud, junto a su perro de raza Whippet, una especie de galgo de origen inglés.
La obra tiene como título Portrait of the Hound (El retrato del cazador): un trabajo que le tomó cuatro años completar. La grabación de David Watson dura tres minutos y puede ser encontrada en el canal oficial de Kunsthistorisches Museum Wien, el Museo de Historia del Arte de Viena, con el nombre de Lucian Freud on his last day of painting. Después de levantarse de la cama, podemos ver su casa, llena de cuadros, uno aparece censurado, ¿podría ser la obra de su amigo Francis Bacon? Probablemente sí. La grabación también es una obra de arte: comienza mostrando la fecha, 3 de julio de 2013; dos semanas después, Lucian Freud moriría.
DETRÁS DEL GENIO
En la autobiografía Lucian Freud: A Life, es el pintor quien nos guía para entender su trabajo: "Mi objetivo al pintar es tratar y poder alterar los sentidos con la intensificación de la realidad". Para la mayoría de críticos de arte, Lucian Freud pintaba lo que veía, era un realista sin compromisos.
Robert Hughes, el crítico más famoso según The New York Times, escribió un ensayo, en 1987, para la revista neoyorquina, donde lo nombró "el más grande pintor realista vivo".
Lucian Freud no daba entrevistas formales, prefería tener conversaciones, las cuales pueden ser contadas con los dedos una mano. El canal británico Channel 4 News, tuvo la oportunidad, en 2008, de platicar con el artista. ¿Por qué el pintor permitió ser filmado? Encabezó una campaña para recaudar fondos y permitir que la obra maestra del pintor italiano Tiziano, Diana y Acteón, se quedara en Gran Bretaña. "No puedo imaginar algo más hermoso", dice Lucian Freud al entrevistador. Usaron una cámara portátil y trataron de no ser intrusivos. Sin embargo, lo primero que hace el pintor es voltear a la cámara, para luego sumergirse en la obra de Tiziano. El entrevistador le pregunta lo que piensa sobre la fantástica paleta de colores. Aquí es donde Lucian Freud revela algo muy importante sobre él como pintor: "No lo sé, yo no pienso así", toma una pausa y continúa. "Cuando los colores funcionan, pienso en el color de la vida, en vez en los colores de la paleta". Con tal sólo ver uno de sus retratos, basta para reconocer el resto de su trabajo.
EL ORIGEN
Según el sitio Lucian Freud Archive, el artista nació en Berlín en 1922, pero a los 10 años su familia se trasladó a Londres de manera voluntaria, no como refugiados,
Lucian era el nombre de su madre. De la cronología también se debe recalcar quién era su abuelo: Sigmund Freud, el padre psicoanálisis.
Cuando su padre Ernst murió en 1970, Lucian Freud pintó la melancolía en la que estaba sumergida su madre. La obra lleva el nombre de The Painters Mother Resting (La madre del pintor descansando). Se dice que la madre posó mil veces para su hijo. Esta debe ser la obra más importante para el pintor, quien alguna vez declaró que su trabajo nacía de las personas que le importaban, las que ocupaban un lugar especial en sus pensamientos.
Una de sus modelos, Nicola Bowery, lo recuerda con mucho cariño: a las 7:30 de la mañana era cuando el pintor esperaba su llegada, después de un té verde y tal vez un croissant, comenzaban las sesiones. Se posaba para el pintor por cerca de 45 minutos y luego habría un descanso de 15 minutos. La sesión finalizaba a las dos de la tarde.
Nicola Bowery compartió que alguna vez encontró escritos de Sigmund Freud en la basura. Al preguntarle al pintor por qué se encontraban ahí, le contestó que no los encontró interesantes y que si quería podía tomarlos.
Lucian Freud le regalaría a Nicola Bowery una pintura sin finalizar y varios grabados. Incluso le sugirió vender la pintura y organizó el proceso, en 1998, para que ella pudiera comprarse una casa para vivir con su hijo, después de un matrimonio fallido. En 2017, Nicole Bowery busca vender los grabados, con la plena confianza de que habría tenido el apoyo de Lucian Freud: "Siempre cuidó de mí", declaró en una entrevista.
Nicola Bowery aparece con su exesposo Leigh Bowery, quien también era uno de los modelos favoritos del pintor, por ejemplo posó en And the Bridegroom.
Bowery realizó una entrevista, donde Lucian Freud opina sobre el precio elevado de sus obras: "Dice poco acerca del trabajo, pero por lo que a mí me concierne, mientras más alto, mejor. No siempre han sido tan caros, hay gente que compró mi trabajo cuando prácticamente no costaban nada."
PINTAR A LA REINA
En 2008, Benefits Supervisor Sleeping (Supervisora de ganancias durmiendo) fue vendida por la casa de subastas Christie's, en New York, por la cantidad de 33.6 millones de dólares, un récord para la obra de un artista vivo: Lucian Freud gozó lo que pocos artistas pudieron: el estatus de leyenda.
Pidió pintar a la reina Isabel II y la reina Isabel II posó para él; 19 meses, entre 2000 y 2001, tomaron las sesiones. Hay una foto, capturada por David Dawson, su asistente, donde vemos al artista con su modelo. La pintura causaría opiniones divididas; un autorretrato hecho un año después tendría muchas semejanzas: ¿Lucian Freud le había dado características suyas a la matriarca de inigualable estilo? Lo cierto es que Freud pintaba lo que veía. En sus propias palabras: "El aura de una persona es igual de importante que su cuerpo". Está la reina sosteniendo la corona, sin una sonrisa; podemos deducir que confío en el artista para mostrar algo que los demás no veían.
El diario británico The Guardian la llamó "la mejor pintura de la realeza en 150 años". Un crítico pensó que había sido un error de Lucía Freud: "La reina parece un perro corgi que sufrió un derrame cerebral". En 2022, después de la muerte de Isabel II, su hijo, el ahora rey Carlos III, prestó la pintura para una exhibición. El retrato de Isabel II realizado por Lucian Freud, nunca fue parte de la colección de la realeza; era una posesión personal de quien fuera la figura más importante de su país por más de siete décadas.
EL FINAL
Lucian Freud murió el 20 de julio de 2011, en Londres, Reino Unido. Poco después, Channel 4 News presentó An exclusive tour of Lucian Freud's studio (disponible en YouTube); David Dawson, su modelo, asistente y amigo, quien heredó la casa, cuenta lo siguiente: "Está será la única vez que el público podrá ver el estudio".
La suya fue una amistad de más de 20 años: David Dawson llegaba a las 7:30 de la mañana, desayunaba con Freud y luego preparaba el estudio para que el pintor pudiera trabajar sin ningún inconveniente. Él estaba concretado primero en realizar sus obras, lo sabían sus hijos, lo sabíamos todos, dice Dawson cuando le preguntaron sobre si Freud era una persona fría. Y termina recalcando que la casa, el estudio, no aceptará más visitas. Eso es lo que él habría querido, finaliza Dawson.
Lucía Freud no era frío, era tímido, una persona privada; por más que se le quiera poner juntos a los pintores salvajes (como su otro gran amigo, Francis Bacon), no hay forma de creerlo: sus retratos son la muestra de su intenso y genuino interés por las personas que lo rodeaban.
"Voy a los museos, para ver las pinturas, como quien va al médico, buscando curarse", Lucian Freud comenta con una sonrisa y se queda mirando la Diana y Acteón de Tiziano.
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