Mark Twain solía decir que, de todos los pueblos que había logrado ver en su vida, Hartford era el mejor. Quien dudara de estas palabras revelaría su ignorancia al jamás haber visitado ese lugar. Se trata de la actual capital del estado de Connenicut, en la costa este de Estados Unidos. Ostenta clima húmedo y una rica herencia arquitectónica que recorre distintos periodos de la historia.
El ayuntamiento local estima que existen más de cuatro mil edificios que contribuyen a la riqueza de su patrimonio. Incluso, en 2005, un grupo de especialistas llevó a cabo la Historic Preservation Ordenance, con el fin de, mediante la participación ciudadana, registrar los distintos estilos de construcción y así establecer estándares para su conservación.
Hartford destaca por barrios como Parkville, Frog Hollow o Asylum Hill. Este último se compone por un área mixta, tanto comercial como residencial y es famoso por albergar a las oficinas centrales de varias compañías de seguros y a la Casa de Mark Twain, hoy convertida en un importante museo.
Construcción y diseño
El edificio del ahora llamado The Mark Twain House & Museum, fue construido por el arquitecto Edward Tuckerman Potter entre 1873 y 1874. Tuckerman también trabajó años más tarde, junto a William Appleton Potter, en el Nott Memorial de Nueva York, siendo estas dos las obras más relevantes de su carrera.
El arquitecto fue contratado por Samuel Clemens, mejor conocido como Mark Twain, para diseñar su residencia familiar. Tanto el escritor como su esposa, Olivia Clemens, se involucraron en el proceso de la obra. Los trabajos comenzaron en agosto de 1873 y en esa época, la familia realizó diversos viajes a Europa para comprar mobiliario y contribuir a la decoración.
Nook Farm, un vecindario creado en Asylum Hill, justo al sur de Farmington Avenue, resultó el lugar elegido para levantar la residencia, curiosamente sobre el río Park, en la cima de un acantilado. Twain ya había alquilado el inmueble de John Hooker House, en Forest Street, donde permaneció hasta que finalizaron las obras.
Por sus características arquitectónicas, la Casa de Mark Twain ha sido descrita popularmente como una casa de pan de jengibre, un barco de vapor o una fortaleza medieval. De manera anecdótica, este inmueble de tres mil 353 metros cuadrados y 25 habitaciones, fue ridiculizado por la prensa en el proceso de su construcción, debido en gran parte a su estilo calificado como “caprichoso”. Por ejemplo, The Hartford Daily Times, el 23 de marzo de 1874, lo llamó “uno de los edificios de aspecto más extraño jamás diseñado para una vivienda, no sólo en el estado, sino en todo el país”.
Posee acentos de estilo Stick, caracterizado por ser una especie de transición entre el gótico carpintero y el estilo Queen Anne, que tuvieron auge a mediados y finales del siglo XIX. El estilo Stick puede apreciarse en los refuerzos de madera de sus frontones, así como en el porche y las barandillas. No obstante, la casa también muestra un alto gótico victoriano a través de la policromía de sus ladrillos.
El techo muestra una línea asimétrica que es dominada por dos sólidos hastiales. Existen otros dos hastiales menores ubicados entre ellos, además de una torre octogonal en el sector sureste. Bajo los hastiales más pequeños, la puerta principal es enmascarada por la cochera.
Su fachada tiene el rostro cubierto por mampostería de ladrillo rojo, con hiladas y otros patrones decorativos configurados por ladrillo negro y en tono bermellón. La mansión es rematada por una cubierta de teja de pizarra tricolor estampada y cuatro chimeneas hechas con el ladrillo policromado que domina al resto de la construcción.
Tiempo más tarde, se agregaron cuartos de servicio en el ala noreste de la propiedad. En cuanto a sus servicios, contó con hasta siete baños con agua corriente e inodoros e iluminación con servicio de gas. El billar que se ubica en el tercer piso se acondicionó en ocasiones para fungir como la oficina y estudio del escritor estadounidense.
Sobre su manera de trabajar, en una entrevista que el escritor Rudyard Kipling le realizó en1889, en la localidad de Elmira, Nueva York, Mark Twain comentó: “Paso nueve meses al año en Hartford. Hace ya tiempo que me he convencido de que no hay grandes esperanzas de trabajar demasiado durante esos meses. La gente viene de visita. Viene a todas horas con las razones más intempestivas”.
Intervención
En octubre de 1891, Twain se hizo de los servicios de Associated Artists, una empresa efímera que combinaba el trabajo de los artistas y decoradores de interiores Louis Comfort Tiffany, Lockwood de Fortest y Candace Wheeler. El objetivo fue redecorar las habitaciones del primer piso, así como los pasillos del segundo y tercer piso.
Este trabajo instaló en las paredes coloreadas estampados en hoja de oro y plata, con motivos decorativos inspirados en diseños nativoamericanos, turcos e indios. Mientras que en el vestíbulo intervinieron la carpintería, diseñada originalmente por diseñador Leon Marcotte, con pintura plateada para dar el efecto de incrustaciones de nácar.
Los artistas también acudieron al comedor, donde se revistieron las paredes con piel sintética y relieves en forma de lirios. En este lugar se reemplazó la chimenea original y la nueva repisa fue rematada con una ventana de vidrio transparente.
En el primer piso es posible encontrar una habitación de huéspedes, llamada por la familia Clemens como “la habitación de Caoba”, que de igual manera fue decorada por Associated Artists. Tras estas labores, Twain y su familia se mudaron a Europa debido a unos problemas financieros. No volvieron a la residencia.
Cambios
En 1903, la mansión fue vendida a Richard Bissell, cuya familia la habitó hasta 1917 y, posteriormente, se arrendó a una escuela hasta 1922. Después se convirtió en almacén, se dividió en apartamentos y se programó su demolición. No obstante, en 1929, la asociación Friends of Hartford, fundada por la filántropa Katharine Seymmour Day, se organizó y logró recaudar fondos por 150 mil dólares tras una campaña de dos años para comprarla y rescatarla.
Durante varios años, el primer piso fue ocupado por la Biblioteca Pública de Hartford, mientras el resto de la casa seguía albergando apartamentos privados. En 1963, fue designada como Monumento Histórico Nacional y ese mismo año comenzó una nueva remodelación.
En 1955, la asociación Mark Twain Memorial tuvo los recursos para planear un proyecto cultural. La casa abrió como museo en septiembre de 1974, en conmemoración del centenario del propio inmueble (también ganó el Premio David E. Finley de 1977 por decoración ejemplar), y desde esa fecha se ha trabajó en una extensa investigación para devolverle el aspecto de 1891.
Otra renovación ocurrió a partir de 1999, en la que se incluyó trabajos en la madera exterior, azulejos y ladrillo, así como la reconstrucción de los tejados de pizarra. El piso de mármol del patio delantero también fue abordado. Para ello se consiguieron dos subvenciones federales de Save America’s Treasures por tres millones de dólares. Se emuló el aspecto de 1891 porque se considera la época en que la familia Clemens más amó la casa.
El edificio es actualmente sede del The Mark Twain House & Museum, que tras varias crisis de financiamiento, recibe a los visitantes en este emblemático lugar de Hartford los siete días de la semana, excepto jornadas festivas como el 1 de enero, el 4 de julio, el Día de Acción de Gracias, Nochebuena y Navidad.
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