Charla tras el sexo
Sexualidad

Charla tras el sexo

Avivar la comunicación para complementar el encuentro

La comunicación supone un aspecto fundamental para mantener relaciones sexuales satisfactorias. El diálogo, el coqueteo y las caricias son ingredientes imprescindibles para encender el fuego previo al acto. Pero, ¿qué sucede cuando el sexo culmina? Expertos indican que una buena charla tras el coito puede ayudar a fortalecer los lazos afectivos entre los amantes.

Continuar en el lecho junto a la otra persona y abrirse a una comunicación más profunda, podría significar un examen de alto grado para algunos individuos. Los tiempos actuales han hecho de la comunicación un lujo a todos sus niveles. Por tal motivo, diseñar el camino para llegar a conectar con el otro parece asemejarse al ejercicio de un arte.

Ante esto, se propone la práctica de un nuevo sexo oral: el de las palabras. Pero en este aspecto se habla de una comunicación más cercana a la poesía que a la prosa, una forma de diálogo abstracto que desafía lo estructurado socialmente. Más que redactar instrucciones, se propone vivir la aventura.

OXITOCINA

Daniel J. Kruger, investigador de la Universidad de Michigan, en su artículo titulado Sex Differences in PostCoital Behaviors —and short— Term Mating: An Evolutionary Perspective, publicado en The Journal of Sex Research, indica que el Intervalo de Tiempo Postcoital (PCTI), es decir, el tiempo que las parejas pasan juntos después de la relación sexual, antes de que uno de los dos se duerma o se retire, supone un componente de suma importancia para el vínculo.

Mientras que otro estudio realizado por Amy Muise, investigadora de la Universidad de Toronto Mississauga, que fue publicado por la revista Archives of Sexual Behavior, concluyó en que los niveles de oxitocina (hormona que se produce ante el amor, la calma y el contacto), que se liberan en cantidades generosas tras el orgasmo, deben aprovecharse para expresarse cariño y afecto, pero en el momento debe evitarse para exigir compromisos o creer en promesas.

La oxitocina provoca una caída en los niveles de cortisol y la presión sanguínea, lo que tiene como efecto la disminución del estrés. También se asocia a la capacidad para sanar y al crecimiento.

El tacto y ciertos mecanismos psicológicos favorables son algunas de las acciones que propician la producción de esta hormona. Una buena charla después del sexo cumple con esos requisitos, por lo que implementar este hábito no sólo mejora el estado de ánimo, sino que tiene un impacto positivo en la salud.

Imagen: Pixabay/Limitrofe

Muise trató de demostrar en su investigación que el coito no es lo único de vital importancia para la relación sexual. Gracias a una encuesta realizada en línea durante 21 días, registró en dos partes datos de 335 personas y 101 parejas. Allí, los participantes informaron que estuvieron involucrados en un episodio afectivo durante 15 minutos tras el acto sexual.

Cabe mencionar que la oxitocina liberada durante el orgasmo abre el camino para la intimidad emocional tras tener relaciones. Una investigación realizada por Amanda Denes, catedrática de la Universidad de Connecticut, muestra que las mujeres que alcanzan el clímax son más propensas a querer compartir sus emociones después del sexo, debido a que el neurotransmisor favorece los vínculos sociales. Este efecto también se presenta en los hombres, aunque es menos intenso porque la testosterona inhibe las propiedades de la oxitocina.

En el mismo rubro, Amy Muise recomienda: “Si pueden, pasen esos momentos extras con sus parejas. Tómese un tiempo para la intimidad compartida, como abrazos, besos y conversaciones íntimas”.

DE QUÉ HABLAR

Un cumplido puede ser una buena manera de comenzar la plática postcoito. Si el camino como pareja apenas comienza, hacer comentarios positivos sobre el cuerpo y la personalidad del otro puede tener efectos muy positivos en la autoestima de ambos, así como en la confianza mutua.

Si se trata de una relación en la que han estado juntos por mucho tiempo, nunca está de más recordar aquello que los enamoró en primer lugar. Esto puede mitigar inseguridades respecto a los sentimientos de cada quien y reavivar la pasión. Otra opción es recordar momentos compartidos para fortalecer la sensación de que son un equipo.

El estado de apertura después del sexo puede aprovecharse para atreverse a soñar despiertos y revelar ideas que en otras situaciones no se expresarían; desde un pensamiento gracioso hasta algún deseo o meta, no importa qué tan irreal o vaga sea. Se trata de ejercitar la libertad de pensar en voz alta frente a la pareja sin temor a ser juzgados.

Por otra parte, es de vital importancia que ambos estén en sintonía respecto a las expectativas de la relación y respecto al punto en que se encuentran actualmente. La intimidad después del sexo presenta la oportunidad de discutir este tema siempre y cuando sea con empatía y honestidad, y sin dejarse llevar por la emoción del momento para no caer en falsas promesas o malentendidos.

Imagen: Freepik

OPORTUNIDAD PARA MEJORAR EL SEXO

Los sexólogos recomiendan aprovechar de vez en cuando el Intervalo de Tiempo Postcoital para hablar sobre la calidad de la intimidad física que se acaba de tener. El momento inmediatamente después del sexo puede ser ideal para exponer francamente (pero siempre con tacto) lo que más se ha disfrutado del encuentro sexual y lo que se podría mejorar o explorar la próxima vez.

Puede ser complicado comunicar asertivamente, y a la vez de forma honesta, lo que la pareja nos hizo sentir durante el sexo. El temor a herir susceptibilidades es normal, al igual que la inseguridad que genera la posibilidad de recibir críticas acerca de nuestro rendimiento. Pero el no enfrentar esos miedos puede privar a ambos de una sexualidad más placentera y enriquecedora.

Una recomendación común en psicología es abordar el tema como un sandwich: comenzar por los aspectos más positivos de la experiencia, agregar en medio alguna sugerencia para mejorar o cambiar la próxima vez y finalizar reconociendo alguna maniobra que haya hecho sentir especial placer.

“Esta estructura de retroalimentación ayudará a su pareja a sentirse tomada en cuenta mientras la hace sentir más cómoda al escuchar cualquier sugerencia que tenga para futuros encuentros”, señala el terapeuta sexual Christopher Ryan Jones.

El placer corporal no tiene por qué ser la única manifestación de intimidad que acompañe al acto sexual. Este puede ser la puerta a un vínculo emocional especial que sería mucho más difícil de descubrir en otro tipo de situaciones. 

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