Gary A. Bolles, innovación económica
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Gary A. Bolles, innovación económica

Educación para la urgencia empresarial

Gary A. Bolles es autor de varios libros sobre el futuro del mercado laboral, el más reciente es Las próximas reglas del trabajo; además se desempeña como conferencista, escritor y consultor.

La disrupción es tema recurrente en sus discursos. En sus conferencias se sumerge en temas como el futuro del trabajo, de la educación y del aprendizaje, y el cómo la inteligencia artificial transforma nuestro mundo.

Expertos en estos temas lo describen como un conocedor de los cambios constantes que afectan a la sociedad y a los mercados, además de ser promotor de una cultura de innovación que ofrece estrategias para las habilidades del mañana. También aborda cuestiones sobre el liderazgo y el impacto de los negocios en la nueva economía digital.

Bolles preside el área de Futuro del Trabajo en la Singularity University, una comunidad global que lidera los esfuerzos para empoderar a posibles agentes de cambio con la mentalidad, el conjunto de habilidades y las herramientas para crear un futuro abundante en trabajo y aprendizaje.

Cabe mencionar que también ofrece cursos en LinkedIn Learning, donde más de 1.2 millones de alumnos han estudiado temas como Agilidad de aprendizaje y Desarrollo de una mentalidad de aprendizaje.

De manera frecuente, Bolles dicta conferencias en la que habla sobre estrategias para la transformación digital y estratégica de la educación, la creación de organizaciones de aprendizaje y la transformación de los estudios en las economías en vías de desarrollo.

En su papel de consultor, ha ofrecido planes a instituciones educativas tradicionales como la Universidad Tecnológica de Auckland, en Nueva Zelanda, o en la École Hôtelière de Lausanne, en Suiza, y también ha asesorado a una amplia gama de startups de tecnología educativa.

“Actualmente necesitamos ver los mundos del empleo y el aprendizaje con nuevos ojos, pero para lograrlo necesitamos un nuevo conjunto de habilidades”, explicó Bolles al ofrecer su conferencia magistral titulada El futuro del aprendizaje en el trabajo en el mañana exponencial.

Imagen: KoganPage

PARTEAGUAS PANDÉMICO

La nueva era del trabajo flexible llegó junto con la pandemia de coronavirus y, para la sociedad y particularmente para las empresas, esto significó un cambio repentino y exponencial. “Pasamos por una gran reconfiguración y muchos nos adaptamos de la noche a la mañana… pero para otros no fue fácil”, mencionó Bolles.

En este parteaguas o “gran reseteo”, como lo llaman los expertos, las compañías se vieron obligadas a cambiar las reglas del empleo y replantear la forma tradicional de laborar, “para alcanzar el trabajo flexible es necesario hacer un cambio de mentalidad desde la escuela y cambiar la forma en que trabajan los líderes o supervisores que guían a los demás”, destacó.

Al respecto, mencionó que actualmente los jóvenes entraron en un nuevo modelo académico. “Están en un panorama de constante cambio entre aprendizaje, trabajo y diversión… se están preparando para una era de trabajo flexible”.

Sin embargo, el gran reto para las instituciones académicas consiste en “encender” en los alumnos la chispa de querer aprender durante toda su vida, no solo mientras estudian. “Es indispensable que como educadores analicemos nuestro papel y enseñemos a los jóvenes nuevas habilidades, los dotemos de más herramientas y además les fomentemos la mentalidad de crecimiento y cambio”.

Sobre el papel de la educación para los trabajos del futuro, Bolles aseguró que es necesario replantear las habilidades blandas y duras, pues son conceptos vigentes desde los años cincuenta.

“Ahora hay que enseñar a los jóvenes a usar estas habilidades en nuevas situaciones. Las habilidades más importantes en la nueva era del trabajo flexible son la solución de problemas, la facilidad de adaptarse, y ser creativos y empáticos [...] Lo importante es que si las personas fracasan en un proyecto tengan la mentalidad de resolverlo de una manera creativa”, concluyó.

Imagen: gbolles.com

CLAVE EN INNOVACIÓN EDUCATIVA

Respecto a las nuevas habilidades que, según Bolles, un joven estudiante debe adquirir, Diana Ayton-Shenker, CEO de Leonardo/ISAST (Sociedad Internacional de Arte, Ciencia y Tecnología, por sus siglas en inglés), coincidió en la creatividad.

Las tendencias educativas y laborales apuntan al necesario desarrollo de nuevas habilidades blandas: resolución de problemas, creatividad y resiliencia (es decir, la facilidad de adaptarse al cambio en un contexto de incertidumbre), entre otras; sin embargo, las instituciones carecen de pertrechos para inculcarlas a los alumnos y enfrentan dificultades, tanto con la inmediatez que ofrece la tecnología, como en los modelos tradicionales de educación.

“Para desarrollar la habilidad de resolver problemas hay que sumergirse en el tema de la creatividad. Podemos aprender a resolver problemas de una manera creativa cuando realizamos prácticas que nos atrapan y están relacionadas al arte, ciencia y tecnología. El desarrollo de la habilidad viene cuando combinamos estos tres conceptos”, explicó Ayton-Shenker. 

Según revelan investigadores en educación, la creatividad se ha ido perdiendo entre los jóvenes: “a pesar de que ahora tenemos todo al alcance gracias al internet y las nuevas tecnologías, la chispa de la creatividad no la tenemos disponible tan fácilmente. Necesitamos desarrollarla y esta no se adquiere, es algo innato, algo con lo que naces. De niños todos somos creativos, pero vamos creciendo y nos aplastan esta habilidad. Ahora tenemos que despertarla, tenemos que cambiar la mentalidad y ser curiosos, imaginativos y estar en contacto con la naturaleza y otras personas”, destacó.

La pérdida de creatividad, según la también docente, podría atribuirse al sistema educativo, industrial y social en el que el ser humano contemporáneo se desarrolla, pues “estos sistemas tienen una mentalidad de escasez, explotación y extracción, y esto en la educación se traduce en que el conocimiento es escaso y sólo viene de expertos, por ejemplo, de un maestro; no obstante, en ese modelo tradicional (alumno-maestro-compañero de clases) no hay participación, por eso hay que cambiar esa mentalidad que tenemos de la educación y comenzar a pensar en la abundancia del conocimiento e información”.

Sin embargo, el hecho de tener que adaptar a la actualidad los conceptos de alumno, maestro y compañero de clases, no significa eliminar estas figuras; significa reimaginar la educación, rehacer la jerarquía, “pero aún así necesitamos maestros, guías, estudiantes y compañeros. Es muy importante entender que nosotros podemos asumir cualquiera de esos roles, además, debemos cambiar la estructura y la estrategia… con esto podemos lograr el éxito”, concluyó Diana Ayton-Shenker.

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